viernes, 10 de diciembre de 2010

La Fed hizo el trabajo de Dios y rescató en secreto a megabancos y grandes corporaciones / Marco Antonio Moreno *

¿Puede la Reserva Federal convertirse en Banco Central del Mundo? No, pero al parecer eso es lo que busca de acuerdo a los detalles conocidos esta semana y que dan cuenta de 21.000 operaciones en secreto y a espaldas del gobierno y de la gente desde diciembre de 2007 a julio de 2010 por más de 3,3 billones de dólares. La divulgación de esta información ha sido opacada por la filtración de los datos de WikiLeaks, en los cuales la diplomacia estadounidense sacó a relucir toda su ropa sucia.

La mayoría de estas transacciones realizadas por la Fed a espaldas del Congreso y del Gobierno, fueron a los mayores bancos, instituciones financieras y corporaciones de todo el mundo. De hecho, resulta que los bancos extranjeros y empresas extranjeras recibieron una parte muy importante de estos rescates.  

La Reserva Federal se ha convertido así en una máquina global de rescate completamente inexplicable y que ha operado a espaldas de todo el mundo. Las dimensiones y el alcance de los préstamos sólo permiten dar cuenta de lo mal que han estado las cosas y de la nula transparencia del sistema financiero. ¿Hasta qué punto esto se habría producido si hubiese sido sometido a discusión?. ¿Lo habría aprobado abiertamente el Congreso?

Es importante tratar de entender exactamente lo que pasó. A bancos y corporaciones de todo el mundo se les permitió préstamos gigantescos casi en forma gratuita. Cuando se accede a tasas de de interés del orden de 0,25 por ciento, el dinero es casi gratis. Pero estos préstamos no han estado disponibles para todo el mundo, solo para los amigos de la Fed. 
 
¿Puede aceptarse que a Grecia o Irlanda se les facilite dinero a una tasa del 7 por ciento? Como vemos, estos préstamos sólo han estado al alcance de los privilegiados: los megabancos y las megacorporaciones amigas de la Fed, y la información viene a conocerse después de tres años. Durante todo este tiempo la Fed ha engañado y mentido al mundo. 
 
De este modo, la Reserva Federal ha actuado como una especie de dios financiero. Ella decide quién sobrevive y quién no. Centenares de bancos pequeños de Estados Unidos (esta semana se llegó a 920) han desaparecido desde el comienzo de la crisis y la Reserva Federal no ha tenido compasión por ellos. Sólo cuando se trata de bancos o empresas “demasiado grandes para quebrar” la Fed empieza a repartir bolsas gigantescas de dinero gratuito. Es una vergüenza del sistema. 

En un artículo del Washington Post, el Presidente de la Reserva Federal de Dallas, Richard Fisher, reconoció que la Fed “jugó con billones de dólares y tomó una enorme cantidad de riesgo con el dinero del pueblo”. La cita es muy dolorosa porque el pueblo se enfureció con el rescate de los 700.000 millones de dólares de octubre de 2008. Pero aquella suma resultó una bagatela en comparación a los casi 3,5 trillones de dólares a un interés de casi cero y otros arreglos que la Fed hizo con las instituciones amigas sin consultar ni al Congreso ni al gobierno de los Estados Unidos. 

De hecho, el senador Bernie Sanders se disgustó con la gigantesca cantidad de dinero que se fue al extranjero e hizo la siguiiente observación “¿Tiene la Reserva Federal intenciones de convertirse en el banco central del mundo? Porque sí es así, eso es una cuestión que debe debatirse”. Pero lo cierto es que la Fed ha actuado como banco central del mundo a espaldas de todo el mundo y ridiculizando la inoperancia del FMI y el BCE

Los defensores de la Reserva Federal insisten en que de no mediar estos préstamos por debajo de la ventanilla a los bancos y las empresas extranjeras, la actual crisis financiera estaría en una situación mucho peor. De hecho, sostienen que deberíamos estar agradecidos de que la Reserva Federal salvó al mundo del colapso financiero total. Es decir que el retorno a las cavernas estaba a la vuelta de la esquina. 

La lista de empresas rescatadas por la Fed a espaldas de los contribuyentes es bastante larga. Entre las instituciones financieras están: Goldman Sachs, Citibank, JP Morgan Chase, Morgan Stanley, Merrill Lynch, Bank of America, Bear Stearns, Pacific Management Investment Co. (PIMCO), para sorpresa e muchos. Entre las grandes corporaciones mundiales se encuentran: General Electric, Caterpillar, Harley-Davidson, Verizon, McDonald’s, BMW, Toyota. La lista de bancos extranjeros incluye a Royal Bank of Canada, Toronto-Dominion Bank, Scotiabank, Barclays Capital, Bank of Scotland, Deutsche Bank, Credit Suisse, BNP Paribas, Societe Generale, UBS, Dexia, Bayerische Landesbank, Dresdner Bank, Commerzbank, Santander, BBVA

Los defensores de la Reserva Federal insisten en que el mundo financiero habría terminado si la Fed no hace nada. Puede ser cierto si comprendemos que todo el sistema financiero se rige por el esquema ponzi. Y que todo este esquema ponzi ardió en llamas en año 2008 como lo señalé en La caída de un avión en llamas, mientras muchos decían que no existía crisis alguna en el mundo. 

Sin embargo, y como lo he advertido, el sistema financiero se encuentra colapsado porque las políticas monetarias no dan un equilibrio de largo plazo al vulnerar el tema del empleo. La Reserva Federal puede intentar mantener desesperadamente tantas bolas en el aire como quiera, pero a la larga es inevitable que todo se derrumbará si no hay empleo real que lo sustente. 

El hecho que la Reserva Federal haya debido recurrir a medidas tan extremas para “salvar” al sistema financiero demuestra que las cosas llegaron a un terreno desesperado. Y la aparente calma que se vive hoy es sólo un punto de inflexión frente a las turbulencias que se avecinan. El sistema financiero mundial es un castillo de naipes construido sobre una base de arena. La Reserva Federal puede seguir imprimiendo y tirando en helicóptero tanto dinero como quiera, siguiendo las tesis de Milton Friedman, pero al final nada podrá detener el colapso del sistema cuando los países decidan que el dólar es una moneda que no tiene valor alguno.

(*) Economista, Magister de la Escuela Latinoamericana de Postgrados, y Diplomado en Economía Financiera

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