domingo, 15 de mayo de 2011

Miles de participantes en las manifestaciones españolas de 'Democracia Real Ya'

 
MADRID.- Miles de personas se han manifestado en varias ciudades de España, Portugal y otros países europeos convocados por la plataforma "Democracia real ya" y en protesta por el actual modelo económico y político. Parados, precarios, hipotecados y, en general, ciudadanos de a pie dañados por la crisis, han salido a la calle en las principales capitales de España.

Recorrieron las calles de 52 ciudades españolas unidas en la manifestación pacífica, que ha convocado a los ciudadanos para demostrar que "no son una mercancía en manos de políticos y banqueros". Son desempleados, mal remunerados, subcontratados y muchos jóvenes que ven reducidas sus esperanzas de que prospere su situación.

Este movimiento, gestado gracias a Internet y las redes sociales, aboga por un cambio de rumbo en la política, priorizando las políticas sociales y la participación ciudadana sobre los ajustes que se están llevando a cabo desde las distintas administraciones para luchar contra la crisis.
"Todo comenzó hace tres meses, cuando internautas y bloggeros nos pusimos en contacto para crear una web en la que canalizar toda nuestra indignación" explica el español Jou Aguirre Such, Portavoz de la Plataforma "Por una democracia real" que ha conseguido movilizar durante este domingo a varios miles de españoles, para reclamar que "no queremos ser los cabeza de turco de esta crisis".
Las manifestaciones y concentraciones que esta tarde se han llevado a cabo en multitud de ciudades españolas han tenido un carácter pacífico y reivindicativo. Tanto en Madrid, Barcelona o Sevilla como en muchas otras ciudades españolas, miles de personas han respondido al llamamiento de la plataforma “Democracia real ya” y han manifestado su enfado con los partidos políticos y con las medidas que han tomado contra la crisis desde las distintas administraciones.
 En ciudades españolas como Barcelona, Mérida o Palma de Mallorca, se ha reclamado que los poderes públicos respeten derechos básicos como la vivienda, el trabajo, la cultura, la salud, la educación, la participación política, el libre desarrollo personal y derecho al consumo de los bienes necesarios para una vida sana y feliz.
En las redes sociales se ha seguido la manifestación, que se ha iniciado a las 19.00 horas. De esta forma, los participantes han subido fotos y han ido comentando en directo el seguimiento de la protesta, utilizando para ello etiquetas como "no les votes".
La convocatoria, organizada a través de las redes sociales y "sin ningún partido político ni sindicato detrás", tal y como puntualiza Aguirre Such, ha sido respaldada por varios miles de manifestantes en ciudades como Madrid, Pamplona, Valencia o Alicante, bajo el lema "No somos mercancía en manos de políticos ni banqueros" y para pedir un cambio político y social efectivo.
Al grito de "el pueblo unido, jamás será vencido", arrancaba la manifestación en Madrid, un movimiento desde la Cibeles a la Puerta del Sol en el que jóvenes, trabajadores, estudiantes y jubilados mostraron su indignación con el sistema político español, la crisis económica y las negras expectativas de futuro.
Así, en Madrid, con gritos como "Manos arriba, esto es una crisis", "Tú botín, mi crisis" o "Esta crisis no la pagamos", se resumía el sentir de los allí convocados, en su mayoría parados, precarios, jóvenes, pensionistas e hipotecados.
"Hartos" de las "reformas antisociales" y de "los bancos, que han provocado la crisis, suban las hipotecas o se quedan con las viviendas", eran los argumentos que se proclamaban en Valencia.
En Barcelona,  albergados en la plaza de Cataluña miles de gritos dejaban claro que "¡No somos una mercancía!". 
En Alicante, unos 1.500 jóvenes lanzaban consignas contra los bancos y la crisis económica, como "La banca al banquillo", "Queremos ser Islandia" o "Esto no es una crisis, es una estafa".
En la convocatoria han tenido una presencia destacada representantes de la Asociación de Desempleados Adesorg, que formaba parte de las entidades convocantes. El presidente, Luis Fernández, mostraba su satisfacción por el gran número de asistentes en la capital.
Las consignas coreadas por los manifestantes en todas las ciudades españolas se referían a los privilegios de los bancos y las grandes empresas, al alto índice de paro juvenil, a los privilegios de los políticos, a los recortes en las pensiones y otros derechos sociales, a la dificultad de los jóvenes de acceder a una vivienda, etc.
Las protestas han discurrido en todo momento de forma pacífica, ya que esa es una de las premisas básicas del Manifiesto publicado por el movimiento “Democracia real ya”, que se define además como un movimiento apolítico y aconfesional, como un grupo de ciudadanos indignados por cómo se están gestionando las administraciones públicas.
Los principios básicos que defiende el movimiento “Democracia real ya” son una mayor participación de la ciudadanía en la gestión de lo público y el fin de políticas que reduzcan los derechos sociales de las personas. Como propuestas generales que defiende “Democracia real ya” destacan la eliminación de los privilegios de la clase política, la defensa del empleo, el derecho a la vivienda, los servicios públicos de calidad, el control de las entidades financieras, la reducción del gasto militar o la profundización en la participación ciudadana.
Algunos manifestantes hacen mención expresa del modelo islandés, que ha preferido castigar a los causantes de la crisis en lugar de inyectar dinero público en las entidades financieras como ha sucedido en el resto de países de la Unión Europea. También se han querido señalar las dificultades que está pasando la juventud española, con grandes dificultades para acceder a un empleo digno o a una vivienda.
Esta convocatoria sigue a otras como las realizadas por plataformas como “Juventud sin futuro” o “No les votes”, movimientos surgidos en las redes sociales y que están aglutinando el descontento de un sector de la sociedad española, que hoy se han echado a la calle para dejar patente ese descontento. Así, España se suma a las protestas ciudadanas que ya se han producido en países como Francia, Portugal, Gran Bretaña o Grecia.