viernes, 27 de mayo de 2011

El movimiento Democracia Real Ya y la hipocresía del establishment mediático / Vicenç Navarro *

En España hemos estado viendo estos últimos años una serie de políticas públicas que han dañado y continúan dañando muy seriamente el bienestar y la calidad de vida de las clases populares. Entre tales políticas destacan las que consisten en:

1.    Facilitar que el empresariado pueda despedir al trabajador más fácilmente y pueda disminuir el salario de sus trabajadores (a fin, se nos dice, de hacer una España más competitiva), reduciendo además sus derechos laborales. La última voz en repetir este argumento ha sido la Canciller alemana, Angela Merkel, que ha indicado que el problema de España (junto con Grecia, Portugal e Irlanda) es que los  trabajadores españoles (que supuestamente tienen excesivos derechos sociales y laborales) no trabajan y no producen suficientemente. Tal dirigente, no sólo de Alemania, sino también de la Unión Europea, ha dicho en voz alta lo que los establishments financiero (la banca), empresarial (la Gran Patronal), mediático (los grandes medios de información del país) y político (los equipos económicos de los dos grandes partidos mayoritarios, así como de los partidos de la derechas nacionalistas) españoles han estado pensando, diciendo, proponiendo y llevando a cabo a través de las políticas públicas aprobadas en las Cortes o en los Parlamentos Autónomos.

2.    Reducir los salarios de los empleados públicos, congelar las pensiones y disminuir el gasto y empleo públicos, bajo el argumento de que el estado del bienestar es demasiado grande e hipertrofiado, dificultando la recuperación económica del país.

3.    Reducir los servicios públicos, con descenso del gasto público por habitante en sanidad y educación y en otros servicios, con el consiguiente impacto negativo sobre la calidad de tales servicios, utilizados en su mayoría, por las clases populares.

4.    Privatizar tales servicios públicos, con el resultado de que la polarización existente (por clase social) de la sanidad y de la educación se esté acentuando. La distancia del tiempo de visita al médico entre la sanidad privada (que atiende a las rentas superiores) y la pública (que atiende a las clases populares) se está alargando en perjuicio para las últimas.

5.    Disminuir los derechos laborales y sociales, tales como el retraso de la edad de jubilación de 65 a 67 años, con además una considerable reducción de las ayudas a personas con dependencia, a las familias, a los jóvenes (en ayudas para el alquiler) y a otros grupos vulnerables.

6.    Mantener una legislación y normativa que penaliza a las personas desahuciadas, por no poder pagar las hipotecas (cuyo número está creciendo exponencialmente) a fin de proteger a la banca y a otras instituciones del capital financiero.

7.    Reducir el crédito disponible a la ciudadanía y a los pequeños empresarios, bajo el argumento de que hay que reducir el endeudamiento privado, política apoyada por el Estado, como afirma en las últimas declaraciones el Secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, en las que subraya la necesidad de reducir el crédito.

8.    Promover políticas fiscales regresivas que benefician a las rentas superiores y a las rentas de capital, incrementando las desigualdades de renta en España (una de las más altas de la Unión Europea de los quince)

9.    Continuar los recortes tributarios de las rentas superiores y de las rentas del capital que se han realizado en los últimos quince años, proponiéndose ahora en algunos gobiernos autonómicos, como el catalán, una mayor rebaja de tales tributos.

Tales políticas se han realizado con el supuesto de que eran necesarias para ayudar a España a salir de la recesión. Lo que mi amigo Noam Chomsky definiría como el aparato ideológico del establishment, es decir, los medios radiofónicos y televisivos de mayor difusión (tanto públicos, como privados) se han movilizado para promover esta visión de que NO HABÍA OTRA ALTERNATIVA: LA PRESIÓN DE LOS MERCADOS FINANCIEROS EXIGÍA TALES SACRIFICIOS. El objetivo de esta campaña mediática era el externalizar la causa de que tales políticas se estuvieran imponiendo a la población. Era una causa externa al país. En estas condiciones el debate político se centró en como realizar los recortes de derechos sociales y laborales, sin casi nunca incluir en el debate alternativas que expandieran en lugar de reducir tales derechos. Alternativas existentes, para cada una de estas políticas fueron marginadas o excluidas de los forums, donde la sabiduría convencional se genera, reproduce y distribuye.

El porqué de las movilizaciones populares
 
Las políticas descritas en los párrafos anteriores, sin embargo, han llevado a grandes sectores de las clases populares a la calle. Las manifestaciones (ahora casi en bases diarias) que están ocurriendo a lo largo del territorio español (no siempre reportadas en los medios) por trabajadores y usuarios de los servicios públicos, así como de trabajadores de empresas con beneficios que están reduciendo plantilla, son una protesta a aquellas políticas. Y las manifestaciones del movimiento Democracia Real YA son también un movimiento de denuncia por la falta de presencia de la voluntad popular en las instituciones representativas de la democracia española. Ninguna de las políticas enunciadas anteriormente goza del apoyo popular y sin embargo están siendo impuestas a la ciudadanía.

Es sorprendente que tales hechos hayan sorprendido al establishment mediático. Es indicador de la enorme distancia entre éste y la calle y su desconocimiento de lo que ocurre en nuestro país, el que aparezcan en tales medios artículos como el de Fernando Onega que firma “El espectador” (hay que suponer de la sociedad), que se muestra sorprendido por la aparición de tal movimiento (“Primer intento de agrupar la indignación”. La Vanguardia. 19.05.11) o el artículo en el mismo rotativo de Quim Monzó “He aquí la Spanish Revolution”, 20.05.11, que alcanza un nivel de ignorancia insultante cuando presenta el surgimiento de tal movimiento como un acto de inmadurez de la juventud española. Otros articulistas han sido más favorables, aún conservando un tono condescendiente, que es además de irritante, ofensivo.

Pero lo que es muy importante y no se menciona es que tales manifestaciones, que son muy populares y gozan de gran simpatía entre las clases populares, muestran el fracaso del mensaje promovido por los medios de que NO HAY OTRA ALTERNATIVA. Tal mensaje está colapsando, mostrando su carácter meramente ideológico al servicio de los intereses del capital financiero y de la gran patronal tal como varios de nosotros hemos estado documentando. (Ver las publicaciones de Attac y las existentes en Ganas de Escribir y en www.vnavarro.org). Toda la evidencia científica mostraba y predecía que tales políticas empeorarían la situación económica y social del país dificultando su recuperación. Los datos están ahí para verlos. Basta mirar la situación de los países a los cuales se les han impuesto tales políticas, como Grecia, Portugal, Irlanda y España y ver que ninguno de ellos está saliendo de la crisis. Las políticas de austeridad que se han seguido han sido un fracaso rotundo. La evidencia es clara, que cada una de las medidas citadas al principio del artículo, estaban basadas en supuestos erróneos. Y así lo documentamos, siendo ignorados o marginados en los mayores medios del establishment. Es un signo más de incoherencia o hipocresía que muchas tertulias de ayer y hoy en los mayores medios radiofónicos y televisivos se expresara gran simpatía por la movilización Democracia Real Ya (como El Matí de Catalunya Radio o Els matins de TV3), cuando tales forums han marginado completamente en sus tertulias a las voces que criticaban las políticas que han conducido a la situación actual.

Era pues predecible y aconsejable que la población se movilizara (ver “Rebélate”. Público, 14.05.11, en www.vnavarro.org,) para protestar por la situación actual, exigiendo alternativas factibles y reales que afectarían negativamente a los intereses del capital financiero y de la gran patronal (cuyos beneficios han continuado creciendo durante la crisis) y positivamente a los de las clases populares, medidas que serían altamente populares, como la nacionalización del crédito  (con establecimiento de bancas públicas), la expansión del gasto y empleo público, así como el crecimiento de los salarios como medida de estímulo de la economía. (Ver el artículo de Juan Torres y Carlos Martínez, “15-M: Hartos de estafas y de impunidad”).

Tales protestas democráticas son también una denuncia no sólo de las instituciones políticas, sino mediáticas, hecho completamente ignorado y desconocido por muchos editoriales (editorial de La Vanguardia (19.05.11) firmado por José Antich) que no comprenden tales manifestaciones, interesados sólo en su impacto, queriendo mostrar comprensión sin entender ni el mensaje ni lo que motiva a tales movimientos. Por lo demás hay que ver el movimiento español pro-democracia no sólo  como parte del movimiento internacional de exigencia democrática, sino también como la exigencia de que se inicie una segunda transición en España que rompa con los enormes obstáculos institucionales que ahogan, frenan e imposibilitan el pleno desarrollo de la democracia española, en la que sea la ciudadanía y no los poderes fácticos los que gobiernan el país.

(*) Vicenç Navarro ha sido Catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Barcelona. Actualmente es Catedrático de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Pompeu Fabra (Barcelona, España). Es también profesor de Políticas Públicas en The Johns Hopkins University (Baltimore, EEUU) donde ha impartido docencia durante 35 años. Dirige el Programa en Políticas Públicas y Sociales patrocinado conjuntamente por la Universidad Pompeu Fabra y The Johns Hopkins University. Dirige también el Observatorio Social de España

Movimiento 15M: atención a la guerra psicológica o guerra de cuarta generación / Manuel Freytas (*)

Nuestro estilo contrainformativo siempre consistió en proyectar y analizar los acontecimientos con un objetivo de anticipación del desenlace, y sin que el árbol de la “coyuntura periodística” (manipuladora del sistema) tape el bosque de la comprensión general.

En plena euforia mediática de la “revolución democrática” de los “indignados” en España señalamos que se trataba (y más allá de la “buena intención” de sus participantes) de una nueva estrategia de movilización masiva basamentada en un trípode convergente: Internet, teléfonos celulares, y grandes cadenas mediáticas.

Desde su instrumentación casi orgánica en Medio Oriente y en África con las “revueltas populares” promovidas por la CIA y los servicios aliados, la Internet y los celulares fueron la clave de estas movilizaciones cuyos contenidos y objetivos sólo los conocen sus instigadores ocultos.

O sea los beneficiarios encubiertos (servicios de inteligencia y grupos del poder) que los inducen a través de operaciones de acción psicológica principalmente en las “redes sociales”. Y que luego se convierten en masivos a través de la difusión a escala global (en vivo y en directo) por las grandes cadenas mediáticas internacionales.

B) La variante española

En realidad, la llamada “protesta de los indignados” en España, es una actualización aggiornada y en otra etapa (con un salto cualitativo informático) del “Cacerolazo” que derrocó institucionalmente a Fernando de la Rúa en Argentina, y de la “rebelión de los jóvenes” que derrocó de la misma manera a Lucio Gutiérrez en Ecuador.

A casi una semana de su nacimiento en España, ya tenemos la primera señal (y el primer emergente) de un beneficiario claro de la “protesta de los indignados” en las urnas: El Partido Popular arrasó electoralmente el domingo al PSOE, el partido en el gobierno.

Así como el “Cacerolazo” argentino (un sucedáneo histórico de las “revueltas populares”) derrocó sin un golpe de Estado militar al Partido Radical (gobierno de De La Rúa) e instaló al Partido Justicialista (gobierno de Duhalde) la “protesta de los indignados” ya arrojó claramente un beneficiario en el campo político.

Históricamente, estas herramientas de movilización y protestas masivas como la que está funcionando en España, atacan al “empleado” (los políticos) y preservan los intereses del “patrón” (El Estado y el sistema capitalista), sirviendo funcionalmente como instrumentos de “golpes democráticos-institucionales” por medio de los cuales los grupos del poder local definen su interna electoral y su guerra por el control del gobierno y del mercado interno.
D) El nuevo teatro de operaciones
Desde el principio situamos claramente la operatoria funcional del nuevo sistema de movilización masiva con las “protestas populares” y señalamos que responde a objetivos diferenciales según el país y el contexto social y político en que se la aplique.

Precisamos que se trata de una nueva herramienta de movilización y manipulación de conducta social (orientado y detonado desde técnicas de guerra psicológica) presentado como si fuera un “fenómeno espontáneo” de las redes sociales en Internet.


No se trata de “ingenuidad militante” ni de nueva “conciencia social” despertada súbitamente, sino de un proceso inducido, estudiado y aplicado desde estrategias y técnicas pulidas de la comunicación de masas que la CIA y los servicios de inteligencia vienen desarrollando en el teatro de operaciones de Internet y de las telecomunicaciones por celular.


Más allá de que se la llame “revuelta popular”, “revolución naranja”, “primavera árabe” o “protesta de los indignados” su estrategia, tácticas operativas y estructuras funcionales no varían en su implementación, salvo el objetivo político que se amolda de acuerdo a las necesidades locales del país y la sociedad en que se lo aplique.

E) La Guerra de Cuarta Generación 

Para entender lo que hay detrás (el objetivo y los actores encubiertos) de lo que hoy se presenta mediaticamente como “rebeliones espontáneas” contra diferentes gobiernos, hay que bucear en los manuales de la Guerra de Cuarta Generación (Fourth Generation Warfare – 4GW), que es el término usado por los analistas y estrategas militares para describir la última fase de la guerra imperialista de conquista, en la era de la tecnología informática y de las comunicaciones globalizadas.

El desarrollo tecnológico, telecomunicacional e informático, la globalización del mensaje y las capacidades para influir en la opinión pública mundial, convirtieron a la Guerra Psicológica mediática en el arma estratégica dominante de la 4GW, a la que se agregó una variante “contraterrorista” tras los ataques explosivos del 11-S en EEUU.


En su desarrollo mediático-social, los jefes y oficiales de Estado Mayor de la Guerra Psicológica (4GW) ya no son militares, sino expertos comunicacionales en insurgencia y contrainsurgencia, que sustituyen a las operaciones militares por las operaciones psicológicas (OPS).


Ya no desarrollan sus planificaciones en unidades o cuarteles militares, sino en laboratorios encubiertos de comunicación estratégica donde se diseñan los planes de Guerra Psicológica a ser ejecutados a través de las grandes estructuras mediáticas de comunicación masiva y las redes de la Internet infiltradas por la inteligencia de la OPS.


De esta manera, y a partir del 11-S norteamericano, la “Guerra Psicológica” (con su variante la “Guerra Contraterrorista”) conforma la columna vertebral estratégica de la Guerra de Cuarta Generación, con los Medios de Comunicación y las redes informáticas convertidos en los nuevos ejércitos de conquista.


La Guerra Psicológica conforma el estadio superior de las estrategias de control y dominación ensayadas hasta ahora por los sistemas imperialistas (dominación del hombre por el hombre) que se fueron sucediendo hasta llegar al sistema capitalista.


En la Guerra Psicológica (columna vertebral de la Guerra de Cuarta Generación, sin uso de armas) las operaciones con unidades militares son sustituidas por operaciones con unidades mediáticas.


La Guerra Psicológica, a su vez, nace en un particular estadio del capitalismo caracterizado por una revolución en el campo de las ciencias sociales y de la comunicación estratégica.


Dicha revolución se complementa con una revolución en el campo de la tecnología de las comunicaciones y de la informática, creando las bases para una comunicación estratégica globalizada basada en principios científicos.


A su vez las técnicas científicas de comunicación, potenciadas a escala masiva y planetaria por los grandes conglomerados mediáticos del capitalismo, crearon las bases para su utilización en estrategias de manipulación y de control social desarrolladas a partir de los objetivos de la dominación imperial-capitalista.


Esta situación creó las bases operativas y estratégicas para el control y dominio de las sociedades y países, sin recurrir a la utilización de la guerra militar.


De esta manera (y con pocas excepciones como las zonas de conflicto y de ocupación militar), la actual guerra imperialista por apoderamiento de mercados y países ya no se desarrolla en el plano de la conquista militar-territorial, sino en el plano de la conquista psicológica-social instrumentada mediaticamente.

F) El nuevo teatro de operaciones (el blanco es el cerebro)

Como en la guerra militar, un plan de guerra psicológica está destinado a: aniquilar, controlar o asimilar al enemigo.


La guerra militar y sus técnicas se revalorizan dentro de métodos científicos de control social, y se convierten en una eficiente estrategia de dominio sin el uso de las armas.


A diferencia de la Guerra Militar convencional, la Guerra de Cuarta Generación no se desarrolla en teatros de operaciones visibles.


No hay frentes de batalla con elementos materiales: la guerra se desarrolla en escenarios combinados, sin orden aparente y sin líneas visibles de combate, los nuevos soldados no usan uniforme y se mimetizan con los civiles.


Ya no existen los elementos de la acción militar clásica: grandes unidades de combate (tanques, aviones, soldados, frentes, líneas de comunicación, retaguardia, etc).


Las bases de planificación militar son sustituidas por pequeños centros de comando y planificación clandestinos, desde donde se diseñan las modernas operaciones tácticas y estratégicas a desarrollarse en los medios de comunicación y el campo de Internet y la telefonía celular, factores claves de la movilización de conducta masiva.


Las unidades de Guerra Psicológica son complementadas por Grupos Operativos, infiltrados en el campo de la política y de la población civil con la misión de detonar hechos de violencia y conflictos sociales.


Las tácticas y estrategias militares, son sustituidas por tácticas y estrategias de control social, mediante la manipulación informativa y la acción psicológica orientada a direccionar conducta social masiva con la Internet y los teléfonos celulares jugando como ejes inductores y concentradores.


Los blancos ya no son físicos (como en el orden militar tradicional) sino psicológicos y sociales. El objetivo ya no apunta a la destrucción de elementos materiales (bases militares, soldados, infraestructuras civiles, etc), sino al control del cerebro humano.


Las grandes unidades militares (barcos, aviones, tanques, submarinos, etc) son sustituidas por un gran aparato mediático compuesto por las grandes redacciones y estudios de radio y televisión.


El bombardeo militar es sustituido por el bombardeo mediático: Las consignas y las imágenes sustituyen a las bombas, misiles y proyectiles del campo militar.


En la Guerra sin Fusiles, la Guerra de Cuarta Generación (también llamada Guerra Asimétrica), el campo de batalla ya no está en el exterior, sino dentro de las mentes.


Las operaciones ya no se trazan a partir de la colonización militar para controlar un territorio, sino a partir de la colonización mental para controlar una sociedad.


El objetivo estratégico ya no es el apoderamiento y control de áreas físicas (poblaciones, territorios, etc.) sino el apoderamiento y control de la conducta social masiva.


Las unidades tácticas de combate (operadores de la guerra psicológica) ya no disparan balas sino consignas direccionadas a conseguir un objetivo de control y manipulación de conducta social masiva.

G) El nuevo Objetivo estratégico

(La función de la Guerra Psicológica)

Los nuevos proyectos geopolíticos de conquista imperialista en la era trasnacional de las comunicaciones requieren de sofisticadas estrategias de Guerra Psicológica para su imposición sin el uso de las armas.


Los fines prescriptos por la estrategia de dominación con la Guerra Psicológica son los mismos que se utilizan con la guerra militar: dividir, atomizar, controlar al individuo-masa de las sociedades dependientes (el AP). Es la lógica de Maquiavelo aplicada por medios científicos y tecnológicos.


La Guerra Psicológica librada en el plano de la comunicación estratégica y de las grandes estructuras mediáticas (los nuevos ejércitos de conquista) no se hacen por la conquista misma, sino en la búsqueda de un objetivo estratégico orientado en los intereses económicos de las potencias y las trasnacionales capitalistas.


La función de la Guerra Psicológica imperial-capitalista actual se orienta en tres objetivos claves:


1) Conquista de mercados emergentes (sociedades y países periféricos), mediante la imposición de la “cultura consumista” nivelada y globalizada por los medios masivos de comunicación, actuando sobre la psicología del hombre AP convertido en individuo-masa.


2) Control y dominación social (en los países dependientes), orientado a la represión y/o neutralización de conflictos sociales que amenacen el desarrollo de los planes empresariales y la acumulación y expansión de la ganancia capitalista trasnacional.


3) Disputas ínter-potencias por los mercados, destinada a sustituir a la guerra militar por áreas de influencia (también por conquista de mercados) enterrada con la guerra Fría.

E) El frente mediático

Una plan de Guerra Psicológica, no se hace con soldados y armas militares sino con medios de comunicación e individuos masificados (los AP) nivelados universalmente por los mismos estereotipos culturales y sociales.


El mensaje mediático a escala globalnivela y masifica al individuo universal en una sola frecuencia comunicacional.


La realidad es sustituida por la percepción de la realidad a través del mensaje mediático-periodístico convertido en consignas, eslóganes y títulos, antes que en pensamiento reflexivo totalizado.


A través de la manipulación psicológica y el control ideológico, la sociedad civil, el individuo-masa suplanta a los soldados militares en el campo de batalla.


En la Guerra Psicológica, la potencia de fuego del soldado militar es sustituida por la potencia social del individuo-masa con su conducta manipulada hacia objetivos de control y dominación social, fijados por el capitalismo trasnacional para conquistar mercados y controlar a las sociedades consumistas.


Manipular, controlar, y convertir a este individuo-masa en potencia social direccionada con fines de control y dominio político-social es el objetivo estratégico clave de la Guerra Psicológica de última generación.


La guerra por el dominio y control de las sociedades y de las mentes, sólo se produjo a partir de la interacción funcional de la tecnología (medios de comunicación) y de la informática (electrónica y computación) orientada a un objetivo de control y dominio mediante una estrategia comunicacional.


El factor mediático (medios de comunicación, electrónica y computación, y estrategias comunicacionales) posibilitó que la guerra por el control y el dominio imperial capitalista tocara su máximo estadio de desarrollo estratégico: la Guerra de Cuarta Generación.


En resumen, en la Guerra de Cuarta Generación se contienen las técnicas y estrategias operativas direccionadoras de conducta colectiva que subyacen detrás de lo que ingenuamente se conoce como “protestas populares espontáneas” que las grandes cadenas mediáticas imperiales instalan como una verdad aceptada a escala global.


(*) Manuel Freytas es periodista, investigador, analista de estructuras del poder, especialista en inteligencia y comunicación estratégica. Es uno de los autores más difundidos y referenciados en la Web.