domingo, 23 de diciembre de 2012

Sin crítica no hay libertad / Rafael Argullol *

Leí la información en la sala de espera de un aeropuerto mientras mi vuelo se retrasaba un par de horas: quiero decir que tuve tiempo de dar vueltas y vueltas a la noticia, que, por otra parte, no tenía nada de inesperado ni original. La nueva encuesta sobre la educación en el mundo situaba a los alumnos españoles prácticamente en la cola, tanto en ciencias y matemáticas como en comprensión de la lectura de textos. Esta encuesta no hacía sino confirmar las encuestas anteriores, de modo que podía apreciarse una catastrófica estabilidad —con progresivos empeoramientos, eso sí— en la valoración de nuestros estudiantes. Esta noticia ocupaba la página izquierda del periódico, mientras la derecha ofrecía datos sobre la próxima reforma educativa, la séptima, se afirmaba, de la democracia.

Esto último me resultó muy inquietante pues obligaba, a la fuerza, a formular una pregunta: ¿podía hablarse realmente de democracia tras seis reformas educativas fracasadas a lo largo de treinta años? ¿No sería que teníamos un régimen formalmente democrático pero no una sociedad de ciudadanos libres? Me cuesta creer que pueda existir una comunidad libre sin armas críticas que aseguren el mantenimiento de la libertad. Y las informaciones sobre el nivel educativo de los españoles, que no son recientes sino que se prodigan desde hace muchos años, abarcando a varias generaciones de estudiantes, nos indican que nuestra ciudadanía, poco menos que analfabeta, no posee instrumentos críticos y, por tanto, es incapaz de sostener una democracia.

El problema no es, por deficiente que sea, la “escuela”, como, con notable estulticia, se proclama cada vez que el Gobierno de turno quiere hacer una reforma educativa, sino, más bien, la montaña sumergida del iceberg cuya punta visible es el sistema educativo: es decir, la llamada “vida pública”, con los representantes políticos a la cabeza, y lo que podemos llamar “vida privada” de unos ciudadanos que, sin capacidad crítica, devienen meros súbditos. Si nos detuviéramos en lo que ocurre en la montaña sumergida comprenderíamos mucho mejor lo que nos alarma en la punta del iceberg, que denominamos “escuela”.

En la llamada “vida pública” aprendemos a forjar el analfabetismo educativo. Hay algo peor que la corrupción, y es la ignorancia autosatisfecha. Si es siniestro que los aprendices de ciudadanos —los jóvenes estudiantes— comprueben que las responsabilidades supuestamente ejemplares han recaído en individuos reprobables, aún es más destructiva la generalizada exhibición de incultura que se realiza en todos los ámbitos. Poca confianza puede generar, desde luego, que un presidente del Tribunal Supremo sea acusado de corrupción, que un exdirector del Fondo Monetario Internacional sea imputado o que un expresidente de la Confederación de Empresarios sea encarcelado, por citar solo los casos más recientes de una cadena interminable, pero, ¿qué decir del desprestigio de la cultura en los tres poderes que sostienen, o deberían sostener, la arquitectura democrática?

El lenguaje lo aclara todo, y lo denuncia todo. ¿No sería un milagro tener una “escuela” excelente teniendo los Gobiernos y Parlamentos que tenemos? Es decir: hablando como hablan. Cualquier indicio cultural está férreamente excluido del lenguaje de nuestros políticos, quienes con saña y entusiasmo se dedican a elogiar a los propios y a vituperar a los ajenos con metáforas toscamente futbolísticas, cuando no con giros verbales que denotan un viraje, pero hacia atrás, en el sentido de la evolución humana. ¿Y no sería igualmente taumatúrgico gozar de una “escuela” amante de la razón y de la argumentación cuando, en la escena del tercer poder, comprobamos la retórica literaria de nuestros jueces, por lo general un galimatías de tal envergadura que parece que Aristóteles y Descartes no hayan existido? Toda arbitrariedad es posible —aun no queriéndola— cuando uno no sabe lo que se dice, el único gran estilo que circula por nuestra “vida pública” y que hace cómplices a gobernantes, legisladores y magistrados.

Es, por así decirlo, el estilo tertuliano, basado en el grito, el sarcasmo y la impunidad. ¿No sería, por eso, igualmente mágico que tuviéramos una “escuela” intelectualmente rigurosa en un país literalmente cautivado por las tertulias radiofónicas y televisivas, las cuales, con pocas excepciones, son ollas de grillos en las que triunfa el más gritón, o el que se figura más gracioso, o el que aspira a mayor impunidad? Lo más llamativo de este predominio del estilo tertuliano sobre el estilo crítico es que el contagio, lejos de circunscribirse a la “vida pública”, ha alcanzado también, y de lleno, a la “vida privada” y, en consecuencia, el sectarismo, la parodia y la miseria cultural se han convertido en moneda de uso corriente.

Y aquí puede hurgarse en la herida más profunda: ¿no sería prodigioso poseer una “escuela” que iniciara a los jóvenes en el cultivo de la libertad de conciencia y en el respeto de la verdad cuando en los medios de comunicación y entretenimiento, o en la calle, o en el transporte, o en casa, las conversaciones están dirigidas al desprecio de lo libre y a la destrucción de lo íntimo? ¿Cuáles son los estímulos que el aprendiz de ciudadano recibe para inclinarse hacia el rigor en el esfuerzo, hacia la reflexión, hacia la libre elección de las cosas? Pocos, muy pocos, porque ese aprendiz, fuera de la muy deficiente “escuela”, está más rodeado de súbditos que de ciudadanos.

De ahí que no sea un detalle menor, sino todo lo contrario, que las principales penurias de nuestros estudiantes se concentren en las matemáticas y en la lectura. De ser examinados, igual les pasaría a nuestros políticos y a nuestros jueces, a nuestros periodistas y a nuestros padres de familia. No es un estigma, pero sí un compartido desdén por la raíz de la libertad. Y, a este respecto, tanto las matemáticas como la lectura son piedras de toque.

Un problema matemático, por ejemplo, no puede ser resuelto con ayudas gregarias, con gritos estentóreos, con apelaciones demagógicas. Requiere avanzar lentamente y tomar decisiones personales, con todas las consecuencias. Es un ejercicio poderoso y sutil que hace comprender la importancia de la libertad de elección al tiempo que contribuye a tender puentes entre la concreción y la abstracción. Es una educación para la libertad. Y otro tanto ocurre con la lectura, un viaje intelectual solitario que no puede ser sustituido por sucedáneos de ningún tipo, ni tecnológicos ni ideológicos. El lector, desde su intimidad, se enfrenta al texto en un juego individual e íntimo en el que se produce un intercambio dinámico. Al igual que el razonamiento matemático, el ahondamiento en la lectura exige en el lector la llegada a encrucijadas, la elección de caminos, el fecundo aplazamiento de respuestas, la inagotable formulación de preguntas. Es, asimismo, un ejercicio para la libertad.

El hecho de que la escuela aquí, mediocre en todos los aspectos, según datos que se repiten con alarmante periodicidad, sea especialmente deficiente en ciencias naturales, matemáticas y comprensión lectora de los textos denota unas carencias intelectuales que sobrepasan, con mucho, el marco escolar o universitario: son carencias que afectan gravemente a la cultura democrática y que no han sido paliadas en los últimos tres decenios. La falta de una arraigada tradición humanista e ilustrada, por causas históricas bien conocidas que el franquismo acentuó, no ha sido contrarrestada con eficacia en la vida pública española, de modo que se han sucedido reformas educativas que no solo no han contribuido a la mejora de la educación sino que no han servido para la consolidación de una ciudadanía libre. Y, sin esta, todo el edificio democrático es una casa vacía.

Ese es el riesgo de enterarte de una noticia de este tipo en una sala de espera, cuando el retraso de tu avión te deja mucho tiempo por delante. Le das vueltas y vueltas a la información, y no sabes si llorar o reír. ¿Una séptima reforma educativa? Lo que está en peligro es la democracia en manos de los ignorantes. Cuando no queden ciudadanos, solo habrá súbditos.

(*) Escritor.

domingo, 16 de diciembre de 2012

¿Masoncetes NOM en la Democracia Cristiana Europea? Verbigracia: Monti / Eulogio López *

Al parecer, el Partido Popular Europeo (PPE), la democracia cristiana paneuropea, donde está suscrita el Partido Popular español, quiere ‘fichar’ a Mario Monti, primer ministro italiano. Para Europa, el bueno frente al malo Berlusconi
 
La verdad es que si don Silvio el rijoso se dedicara a penar en lugar de sobar, y a hacer televisión en lugar de telemierda (al menos en España Tele 5 y Cuatro, que en Italia se modera más) sería un buen presidente. Tiene claro que Alemania se está cargando Europa en su propio beneficio y que el egoísmo prusiano está poniendo contra las cuerdas, no ya a otros países socios sino al proyecto mismo europeo que se apoya en la solidaridad.


En cualquier caso, lo curioso es que el PP quiera fichar a Monti, uno de los más conspicuos representantes en Europa del Nuevo Orden Mundial (NOM). Ya he escrito que prefiero hablar de NOM porque me paree la cara moderna y actual de la Masonería. Las logias han pasado de moda, aunque siguen existiendo y conspirando, y es la nebulosa NOM la que ha recogido el testigo del relativismo filosófico y del odio a la Iglesia.


Las pruebas: Monti es miembro destacado del club Bilderberg, el NOM más visible, aunque quizás no el más importante. Íntimo de nuestro Juan Luis Cebrián y de José Manuel Entrecanales, los dos representantes Bilderberg en España, los que deciden qué dos españoles acuden cada año a las reuniones del Grupo. 


Otrosí: Mario Monti es miembro de la Trilateral, ese enjuague mundialista que intenta el Gobierno mundial a través de la ONU y de la globalización de los mercados financieros. Es decir, que tira a masoncete ultra capitalista.  


Y lo más importante: Monti es miembro del Instituto Tavistock (cuando menos conocido es un elemento del NOM más importante y más peligroso). Manuel Guerra, el mejor experto español en sociedades secretas, y en su último libro Masonería política y Religión, explica que el objetivo de Tavistock (hoy rebautizado Instituto Tavistock de Relaciones Humanas, con sede en la plaza londinense del mismo nombre) consiste en “terminar con la resistencia psicológica de las personas y hacerle incapaz de oponerse a los dictámenes de la globalización y del Nuevo Orden Mundial (NOM)”. 

En concreto: a los “nuevos derechos de la ONU”, en el plano ideológico, y a las exigencias de los mercados financieros, en el plano económico. ¿A que ahora entienden mejor la política de Mario Monti? Y es que la psicología, es decir, el lavado de cerebro Tavistock, da para mucho. No en vano, el instituto nació como una clínica psiquiátrica financiada por las Fundaciones Rockefeller y Ford. Hoy cuenta con 10 instituciones, 400 sucursales y 3.000 equipos de investigación dedicados a eso: al lavarle el cerebro a la Humanidad desde el pensamiento único vigente: relativismo, laicismo, globalización y capitalismo financiero.

Oiga, y hablando del PPE, al Instituto Tavistock, tiene entre sus miembros, además de Monti, al tecnócrata griego y jefe del Gobierno heleno Giorgos Papademos, asimismo impuesto por la Troika sin pasar por las urnas y el mismísimo presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi.

En resumen, ¿seguro que Mario Monti debe entrar en la Internacional Democristiana Europea? Porque éste no es democristiano: ni de cintura para arriba ni de cintura para abajo.

(*) Director de Hispanidad


sábado, 15 de diciembre de 2012

Las 18 medidas para acabar con el paro en España

MADRID.- Los expertos del Future Trends Forum, de la Fundación de la Innovación Bankinter, proponen 18 medidas para acabar con el paro en España. Las 18 reformas propuestas por el XVIII Future Trends Forum para revertir la actual situación del  mercado de trabajo en España son las siguientes:

1. Potenciar, incentivar y favorecer el desarrollo de las ventajas comparativas españolas en el mercado global.

2. Reposicionar la marca España mediante una campaña global de comunicación que resalte las ventajas comparativas señaladas en la primera propuesta.

3. Reformar y simplificar la legislación española para favorecer las inversiones extranjeras y la unidad de mercado.

4. Reformar el sistema educativo acercándolo más a la realidad anglosajona.
Favorecer la formación en capacidades.

5. Incentivar la educación a través de la Formación Profesional. Establecer esquemas fiscales más favorables para quienes decidan contratar -o
acogerse- a esta opción formativa.

6. Adaptar el calendario de reducción del déficit público para hacerlo
más asumible y minimizar sus efectos sobre la demanda agregada.

7. Promover la creación de Eurobonos que permitan mutualizar el
riesgo soberano dentro de la Eurozona, como contrapartida a las necesarias medidas de austeridad.

8. Incrementar la liquidez en el sistema financiero a través de procesos
de recapitalización de las entidades y de inyecciones de fondos por parte del Banco Central Europeo.

9. Acelerar el desapalancamiento del sector privado, facilitando el incremento del consumo y la inversión por parte de ciudadanos y empresas.

10. Establecer incentivos fiscales para las empresas, trabajadores y sponsors participantes en actividades económicas relacionadas con el denominado “cuarto sector”.

11. Potenciar y desarrollar los intermediarios privados participantes en el
mercado de trabajo. Favorecer su colaboración con el sistema nacional de
empleo a través de contratos para acciones concretas y beneficios fiscales.

12. Simplificar la legislación laboral existente y crear un nuevo “contrato único” con una indemnización creciente por año trabajado.

13. Separar la indemnización por despido de la percepción del
subsidio por desempleo.

14. Rediseñar las políticas activas de empleo existentes en España, dirigiéndolas especialmente hacia la reducción del desempleo juvenil.

15. Rediseñar las prestaciones por desempleo para limitar su efecto negativo sobre la creación de empleo y  la movilidad de los trabajadores.

16. Crear el nuevo “área de emprendimiento” en el que startups y nuevos emprendedores puedan beneficiarse de una legislación más sencilla y de incentivos para la puesta en marcha de su compañía.

17. Rediseñar el sistema de incentivos legales para la creación de nuevas
empresas. Reducir las trabas administrativas y burocráticas que limitan
el emprendimiento en España.

18. Acordar con todas las universidades españolas la instrucción de formación emprendedora obligatoria, adaptada a las condiciones y a las necesidades de cada una de las ramas formativas ofrecidas. 

domingo, 9 de diciembre de 2012

La Europa inservible / Rafael Poch *

Vamos a hablar del proyecto europeo, de porqué esta Unión Europea, tal como está diseñada, es inviable e inútil para afrontar los retos del siglo. Por “retos del siglo” entiendo el calentamiento global, el auge demográfico, el “pico” petrolero y los problemas globales de dominio de unos países sobre otros, de pobreza y de desigualdad, combinados con una mentalidad caduca que tiende a seguir “resolviendo” todas esas cuestiones con métodos militares en un mundo atiborrado de armas de destrucción masiva capaces de anular toda vida en el planeta. Esos retos claman una “nueva civilización” y una Europa como la que tenemos es un claro impedimento a ella.

Así que vamos a hablar primero de las razones que hacen inviable desde ese punto de vista a la actual Unión Europea, luego, de la respuesta ciudadana que habría que dar a esa realidad y acabaremos con una reflexión sobre la violencia y los riesgos que tal respuesta comporta para quienes la asumen. Pero antes de entrar en esa crítica, quisiera subrayar la importancia de que haya en Europa algún tipo de pacto y estrecho vínculo internacional.

El motivo es que, desde el punto de vista de la historia universal de la guerra y la paz, Europa es la parte más guerrera y violenta del mundo. En los últimos quinientos años la historia europea salta de una guerra a otra, especialmente en los dos siglos que van de 1615 al fin de las guerras napoleónicas en 1815. En ese periodo las naciones europeas estuvieron en guerra una media de sesenta o setenta años por siglo. Luego hubo un poco más de paz hasta 1914, si olvidamos la guerra de Crimea o la franco-prusiana, pero en ese periodo Europa continuó culminando la exportación de guerra y genocidio hacia fuera de sus fronteras con el holocausto colonial- imperial que fue la conquista del mundo no europeo. Además, en ese periodo de relativa paz interna Europa inventó la industrialización y con ella industrializó la guerra lo que la convirtió en algo mucho mas destructivo. Dos guerras mundiales de inusitada mortandad e incubadas en y por Europa, fueron el resultado.

La Unión Europea se creó, precisamente, para remediar la crónica pelea continental, que después de la Segunda Guerra Mundial ha dado lugar a 67 años de paz, una paz, sin embargo, tutelada por dos superpotencias en tensión nuclear, es decir una paz bajo vigilancia y presidida por un factor, el de la destrucción masiva, que representa el escalón superior de la estupidez humana.

Así que tengamos bien presente este dato sobre la Europa guerrera violenta y dominante a la hora de criticar el actual proyecto europeo.

I)   Todavía en 2003 Jürgen Habermas, el principal filósofo alemán vivo, pudo escribir un libro titulado “El occidente dividido” y ser tomado en serio. Su contexto era la desavenencia entre una parte de la Unión Europea, su matriz franco-alemana, y la administración Bush durante la segunda guerra de Irak. Y su fundamento era la exaltación de los “valores diferentes” –y por supuesto mejores- que Europa decía representar comparada con Estados Unidos.

En esa comparación, Europa era un continente de paz y de cultura, con apego a la nivelación social y al estado asistencial, regido por el derecho internacional y no por la ley del mas fuerte, es decir centrado en la diplomacia y no en la guerra, y tolerante y no fundamentalista en materia religiosa.

En países como China, esa desavenencia de 2003 estuvo en el centro de la discusión internacional de los dirigentes de Zhongnanhai, el Kremlin de Pekín. La posibilidad de que Occidente, aquel bloque que crucificó a China en el XIX, pudiera partirse en dos y se convirtiera en dos polos con intereses globales y recetas diferentes, es decir en algo más débil que lo anterior, era sumamente interesante por las mayores posibilidades y márgenes de acción que podía reportar en la multipolaridad a los países emergentes.

Ahora sabemos que aquella desavenencia, con su discurso narcisista y embellecedor de la Unión Europea sobre sí misma, es un fraude y que las esperanzas de una divergencia trasatlántica que tanto interesaron en China fueron un espejismo. La actual crisis nos ofrece una perspectiva mucho más real y un espejo mucho más fiel de la realidad europea.

Constatamos que esa Europa “autónoma y mejor” y preconizadora de “otros valores”, ha apoyado, colaborado y participado en casi todo lo que reprochaba a su pariente histórico de ultramar. Es decir Europa sigue siendo imperialista y sus debilitadas naciones se unen, precisamente, para poder seguir siéndolo. Veamos la lista:

-Durante veinte años se ha excluido a Rusia de cualquier esquema de seguridad continental. Es decir se ha impedido cerrar la relación de guerra fría con el extremo oriente de Europa, tal como quería el malogrado proyecto de Gorbachov. La ampliación al Este de la UE se hizo sobre un guión supervisado en Washington, según el cual el ingreso en la  OTAN era la antesala de la Unión Europea.
- En cuanto la URSS dejó de ser percibida como amenaza, Europa se lanzó a la guerra. Doce días después del ingreso de Polonia, Hungría y Chequia en la OTAN, comenzó la campaña de Kosovo para acabar con Serbia como estado regional anómalo para la nueva disciplina continental. El belicismo y la manipulación mediática adquirieron en Europa niveles que se creían exclusivos de Estados Unidos. Por primera vez desde Hitler, tropas alemanas participaron, en los Balcanes, en un conflicto, y nada menos que en nombre de la prevención de nuevos Auschwitz y “genocidios”.
-En Irak la divergencia franco-alemana con Bush no impidió una colaboración en toda regla a nivel de logística, servicios secretos, torturas y centros secretos de detención de la  “guerra contra el terror” que impide considerar como exclusivamente americanos asuntos como el de Guantánamo: los vuelos de la CIA atravesaron Europa desde Polonia hasta Rota, las cárceles secretas, las torturas y los secuestros implicaron complicidades de todo el mundo. Francia cedió su espacio aéreo para la campaña iraquí, los servicios secretos alemanes identificaron sobre el terreno en Bagdad los objetivos de los misiles del Pentágono y las bases alemanas fueron el principal nudo logístico de la guerra.
-En Palestina, la UE ha sido incapaz de trabajar para la creación de un Estado Palestino, sin duda la medida más eficaz contra el radicalismo islámico en todo el mundo y un imperativo moral incontestable. Por el contrario, ha ido incrementando unas relaciones privilegiadas con Israel y ha incrementado su complicidad con esa comedia que llaman “proceso de paz” en Oriente Medio, basada  en el apoyo al país ocupante y agresor.
- En Afganistán, la misma Europa que durante la guerra fría protestó y se negó a participar en Vietnam, se ha volcado con decenas de miles de soldados europeos metidos allá once años en esta guerra infame de treinta que no registra protestas. Aún más: los despliegues en el cuerno de África, la intervención militar en Libia y ahora en Mali, demuestran que el intervencionismo militar europeo no es una excepción puntual sino una tendencia consolidada.
-En Oriente Medio vivimos ahora las sanciones y amenazas contra Irán. Un intervencionismo creciente en la guerra civil de Siria que contribuye claramente a hacerla más sangrienta, que usa a fondo la habitual manipulación mediática y que da por completo la espalda a toda acción diplomática. El horizonte estratégico de este intervencionismo va más allá de Siria: complicar la vida a su aliado, Irán –objeto de sanciones por la sospecha de una ambición nuclear que, convertida en hecho conocido en el caso israelí se tolera sin problemas- y de paso complicar también el aprovisionamiento energético de China.
-Y todo esto está perfectamente interiorizado en el discurso europeo de la política exterior y de seguridad. En Alemania imponer el “acceso” (Zugriff) a los recursos energéticos globales es lo que da sentido a las misiones internacionales del Bundeswehr, afirma el discurso oficial. Hoy día no hay experto y analista de cualquier “centro de estudios estratégicos” del estáblishment, de Bruselas, Berlín o Londres, que no mencione el tema como algo rutinario, dando por supuesto que el militarismo es la respuesta a los retos del siglo. Lo llaman “nuevos desafíos” y la doctrina de la OTAN los quiere contrarrestar con acciones militares “preventivas” y “proactivas”, es decir agresiones, en todo el mundo.

Es decir, y concluyendo esta lista: en su relación con EE.UU, la Unión Europea desempeña en el mundo el papel que un primer ministro australiano definió para su país en Asia: el del “ayudante del Sheriff”.

Siendo imperialista y practicando un manifiesto vasallaje hacia Estados Unidos, la actual Europa no puede ser un polo de poder independiente y autónomo en el mundo multipolar y muchos menos un polo benévolo por otras razones.

En primer lugar, como ha apuntado Samir Amin, porque Europa no puede ser unos Estados Unidos de Europa. Por un lado carece de recursos naturales comparables a los de grandes países como Estados Unidos o Rusia. Por el otro,  a causa de su manifiesta falta de unidad interna, porque en Europa están presentes las tensiones y conflictos de intereses centro-periferia propios del desarrollo desigual. Europa contiene  zonas y países que son Norte -Alemania y compañía- otros que son Sur -España, Italia, Portugal- y otros que son patio trasero y tercera categoría: la Europa oriental y balcánica con Grecia incluida. (1)

En segundo lugar Europa no puede ser ni siquiera una federación unitaria porque no existe un “pueblo europeo”. La identidad europea no existe ni se la espera. Haciendo un gran esfuerzo, españoles, italianos, griegos y franceses, pueden alcanzar cierta afinidad identitaria apelando a aspectos de su común tradición (ibérica, católica, la herencia latina-románica, o al mediterráneo). A partir de ahí, y como dicen los chinos, “con la perspectiva de varias generaciones”, quizá pudieran embarcarse en algo juntos hasta el punto de borrar sus diferencias. Es una cuestión de imaginación. Pero imaginar eso mismo conjuntamente con los finlandeses, los alemanes, los húngaros o los británicos, es decir metiendo juntos a mediterráneos, vikingos y hunos, es superar los límites de la fantasía más atrevida.

Y en tercer lugar, la Unión Europea no puede funcionar como proyecto que valga la pena por el motivo que todos percibimos: porque su burocracia ha tenido la osadía de pretender que un billete de banco, asistido por un sistema sanguíneo-circulatorio compuesto por intereses empresariales multinacionales generalmente dominados por países del Norte europeo, podía ser el corazón de esa identidad de fantasía.

El resultado de esa osadía ha sido una especie de monstruo del Profesor Frankestein que ha acelerado la gran desposesión de soberanía que toda Europa siente hoy. Si la democracia en las naciones europeas, en el sentido genuino de “poder del pueblo”, ya era caricatura -en unas naciones más que en otras-, ahora resulta que nuestros imperfectos parlamentos ni siquiera tienen soberanía para decidir sobre presupuestos, o que las sacrosantas constituciones deben reformarse en veinticuatro horas por dictámenes que vienen precocinados desde Bruselas o Berlín y que son decididos por instituciones, como el BCE o la Comisión, que ni siquiera son electas.

Casi todas las propuestas que no parten de la propia burocracia de Bruselas para dar un aspecto humano a este monstruo son alemanas: la canciller Merkel desde la Alemania institucional y otros con pretensiones democratizantes e incluso rebeldes proponen lo mismo: más Europa, más integración europea para superar estos defectos. Habermas y otros quieren una Europa federal que resuelva internacionalmente esa devaluación de soberanía y democracia. Quieren convocar una “Asamblea constituyente europea” de hunos, vikingos y mediterráneos. El diputado verde Daniel Cohn-Bendit propone una Europa totalmente integrada compuesta por estados nacionales reducidos a la insignificancia. Es la única manera, dice, de afrontar el pulso mundial con las potencias emergentes. De lo contrario, advierte, “la influencia de nuestra civilización de dos milenios corre el riesgo de esfumarse”. El ex ministro de exteriores, Joshka Fischer, propone dar poderes dictatoriales a la Unión Europea… Los únicos que insisten en “más Europa” como fórmula para salir del hoyo son los alemanes. Hay que recordar que históricamente el discurso europeo de Alemania ha sido siempre entendido como el de una Europa germánica con los alemanes en el papel de dominante “Herrenvolk”. Una quimera hoy manifiestamente imposible.

Así que por todas estas razones (imperialismo, falta de autonomía y recursos, desigualdad interna, ausencia de un pueblo europeo y de identidad común, y por ser un androide empresarial) esta Europa es, a la vez, imposible e inservible para los retos del siglo.

Una vez constatado esto, y recordando aquello que hace importante y necesario un proyecto europeo común (impedir la pelea secular de sus miembros), no hay más remedio que plantearse la pregunta del qué hacer.

II) De lo que se trata es de realizar una refundación ciudadana del proyecto europeo.

De puertas afuera, esa refundación debe impedir la pelea europea. El proyecto europeo no debe tener más ambición mundial que una negación: la de no contribuir al imperio. Si el proyecto europeo ha de ser imperialista, no lo queremos.

De puertas adentro el marco de esta refundación no debe ser “más Europa”,  sino más soberanía popular-nacional.

Hay que dejar bien claro que el de la refundación ciudadana no es el único escenario de la actual crisis. De lo que aquí se habla es de lo que “habría que…”, no de algo que vaya a ocurrir inexorablemente. Presentimos que en Europa se está incubando una revuelta social mucho más importante de lo que hemos visto hasta ahora, pero nos encontramos en plena divisoria y tenemos datos que pesan tanto en la balanza de lo positivo y emancipatorio como de lo negativo y regresivo.

Por un lado tenemos el avance, en toda Europa, del chovinismo, la xenofobia y el desprecio por el débil y el emigrante, la ridiculización de la solidaridad y el afán de justicia (resumido en ese miserable concepto neocon que es el buenismo). Una perspectiva de la Europa parda de 1930, podríamos decir.

Por el otro lado tenemos el progreso de la protesta social y solidaria: Cuarenta  sindicatos en 23 países participaron el 14 de noviembre en una “Jornada de acción y solidaridad” sin precedentes en Europa. Cotejado con el tamaño y la virulencia de la enorme involución socio-laboral que sufre el continente aquello fue poco y desigual, muy poco. Pero eso ya no es Europa 1930, sino una perspectiva 1848.

La “primavera de los pueblos” de 1848 tambaleó el orden de la restauración absolutista del Congreso de Viena. Un orden absolutista en quiebra es aquel en el que una pequeña casta que acapara el grueso del poder la riqueza y los privilegios adopta decisiones que son vistas como injustas y erradas por la gran mayoría. No se trata del popular 1% contra el 99%, pero sí de algo muy polarizado como sugiere la creciente concentración desigual de la riqueza en Europa. Eso es lo que tenemos ahora.

¿Qué quiere decir una refundación ciudadana? Quiere decir una reconquista de la esfera económica y financiera que la política ha ido cediendo al capital en las últimas décadas. La UE ha sido diseñada como una autopista de la mundialización neoliberal. Pues bien, ahora se trata de combatirla con una desmundialización ciudadana que devuelva todo eso arrebatado a la política en los últimos treinta años, como dice Bernard Cassen.

Evidentemente todo esto plantea la pregunta del cómo.

Para eso es necesario crear un Frente Popular. Una gran unión, una gran alianza y un gran encuentro entre el mundo sindical, los subproletarios emigrantes y parados, la generación sin futuro y deshauciada, la gente mayor estafada tras una vida de trabajo, los sectores religiosos e intelectuales para los que la actual involución es intolerable desde el punto de vista de los principios éticos y morales.

Es fundamental la creación de nuevas fuerzas políticas y de programas. Hacen falta líderes, personas de todos estos ámbitos que representen y sean portavoces de esta refundación – de momento por ejemplo en Catalunya no tenemos líderes obreros ni sindicales dignos de tal nombre, pero curiosamente ha aparecido una de esas personas en el ámbito más inesperado: una hermana benedictina…

Esta refundación solo puede ser (en Europa y en el mundo) internacional e internacionalista, pero, a menos que queramos disolvernos en un sueño idealista de hermandad universal, su marco solo puede ser nacional.

Esa reconquista no puede hacerse en Bruselas, con su burocracia mucho más dominada por el lobbysmo empresarial que la de los estados nacionales, ni en el irrelevante Parlamento Europeo. El ágora, el punto de encuentro y la articulación de ese Frente Popular debe lograrse desde los respectivos marcos nacionales: entre comunidades de gente cercana unida por su marco geográfico y socio-laboral, su lengua su cultura y su común identidad integradora. La experiencia de los foros mundiales, tan interesante pero al mismo tiempo tan etérea e indeterminada, da mucho que pensar. Como ha dicho hace poco Oskar Lafontaine, “La Europa democrática empieza en casa”. Este marco nacional no es sustituto ni alternativa a lo internacional, sino mas bien su condición primera. (2)

Para acabar, una reflexión sobre la violencia.

III)   La Europa de hoy no es la del XIX, cuando cualquier avance social pagaba el precio de enormes cantidades de sangre y de violencia. En este continente mucho más rico, mucho más culto y demográficamente mucho más envejecido que el del siglo XIX, quien más quien menos tiene algo que perder. Eso sugiere que la no violencia popular tiene un nuevo sentido y grandes espacios a su favor.

Al mismo tiempo, la rebelión civíl y pacifica, el movimiento social transformador, no es ninguna broma postmoderna y on-line. Exige lo de siempre: compromiso, voluntad, organización y sacrificio. Y recoge represión y reacción. Es decir: hay que ser consciente de lo que significa decir no a una oligarquía absolutista.

La experiencia histórica más reciente nos avisa del enorme potencial de violencia y provocación que tiene el estáblishment. Los dos principales líderes antibelicistas del 1968 en Estados Unidos, Martin Luther King y Robert Kennedy, fueron asesinados. También lo fue el líder estudiantil más notable del 68 alemán, Rudi Dutschke, muerto de las secuelas de un atentado.

Hay que recordar también que la dictadura no es imposible ni una lejana reliquia histórica. Hace menos de cuarenta años la Europa del Sur, desde Portugal a Grecia pasando por España, estaba gobernada por dictaduras. Hace poco más de veinte toda la Europa del Este estaba gobernada por dictaduras comunistoides. Es decir: la mayor parte de Europa eran dictaduras hasta hace muy poco.

Y hay que volver a leer todo lo que expone el Profesor suizo Daniele Ganser en su libro de 2005 sobre Gladio, la cada vez más documentada evidencia de la manipulación directa del terrorismo de los años setenta y ochenta por grupos vinculados a la OTAN -los peores atentados en Italia, Bélgica y Alemania lo fueron. Volver a escuchar la opinión de algunos antiguos miembros de grupos alemanes violentos que hoy confiesan que seguramente su labor estuvo policialmente manipulada desde el principio. Analizar lo que sabemos de las protestas antiglobalización de julio de 2001 en Génova.  Lo que está ocurriendo ante nuestros ojos con los apoyos policiales y empresariales a la extrema derecha griega, o lo que se ha visto en España con los indignados… (3)

Hay que tener claro que cualquier presión hacia esa necesaria desmundialización ciudadana chocará, está chocando ya, con las habituales reacciones, tramas negras, represiones, manipulaciones mediáticas y juegos sucios. Repito: hay que ser consciente de lo que significa decir no a una oligarquía.

(Este texto sigue las notas de una conferencia pronunciada el 30 de noviembre en el Centre d´estudis Cristianisme i Justicia de Barcelona).

(*) Rafael Poch-de-Feliu estudió historia contemporánea en Barcelona e historia  de Rusia en Berlín. Corresponsal de Die Tageszeitung en España, redactor de la  agencia Dpa en Hamburgo y corresponsal itinerante en Europa del Este entre  1983 y 1987, ha sido también corresponsal del diario barcelonés La  Vanguardia en Moscú, China y, en la actualidad, en Berlín.

Notas
(1) Para la exposición de Samir Amin en castellano consultar Europa vista desde el exterior (en www.mientrastanto.org)
(2) El concepto desmundialización lo emplea Bernard Cassen. En L´heure de la démondialisation est venue,  Mémoire des Luttes  agosto 2011.
(3) El libro de Daniele Ganser,  La Operación Gladio y el terrorismo  en Europa Occidental, 2005. Sobre el brutal aplastamiento de la protesta contra la cumbre de julio de 2001 en Génova ver El atropello de Génova en este Diario de Berlín.

viernes, 7 de diciembre de 2012

El libro que devoran los economistas: 'Por qué fracasan los países' / Carlos Salas

La ciudad de Nogales está en medio de dos países: EEUU y México. Los habitantes tienen el mismo origen racial, cultural y hasta gastronómico pero los del norte poseen una renta de 30.000 dólares al año, y los del sur, unos 10.000. ¿Por qué unos son ricos y otros pobres?

La respuesta la pretenden dar los economistas Daron Acemoglu y James A. Robinson en un libro titulado “Por qué fracasan los países” (Deusto). En poco tiempo se ha convertido en la lectura preferida de los economistas del planeta, porque es una lupa mágica para interpretar 'toda' la historia económica mundial.

Este es el razonamiento: la riqueza de las naciones no radica en los seres humanos, la geografía, los antepasados, ni la genética sino en las instituciones: si respetan la propiedad privada, la libertad de elección, la participación ciudadana y la igualdad de oportunidades, entonces la riqueza llega sola.

La prueba es Nogales. La parte situada en Arizona tiene instituciones que permiten "elegir el trabajo libremente, adquirir formación académica y profesional, y animar a sus empleadores a que inviertan en tecnología, lo que a su vez, hace que ganen sueldos más elevados”. Y por supuesto, tienen acceso a instituciones “que les permiten participar en el proceso democrático”. En resumen, los políticos proporcionan los servicios básicos que demandan los ciudadanos.

En cambio, en Sonora (la parte sureña de Nogales), los adultos no poseen la secundaria, muchos adolescentes no van al instituto, hay una enorme mortalidad infantil, los habitantes viven menos porque las instituciones sanitarias son deficientes, no tienen acceso a muchos servicios públicos, las carreteras están en mal estado, hay delincuencia, no hay orden, muchos sobornos… en fin. Y todo eso se debe a que durante mucho tiempo México estuvo gobernado por unos caciques de un partido llamado PRI que solo pensaban en perpetuarse en el poder y enriquecerse. Corruptos todos, por supuesto.

A lo largo de casi 600 páginas, los autores aplican esta lupa mágica a la conquista de América, al desarrollo de Botsuana, a la revolución industrial, a Corea del Norte y del Sur, a la corona española, a la expansión China… y por Dios, parece que funciona. "Han creado una herramienta para el análisis histórico que ter permite comprender bastante bien por qué hay países que fracasan", dice Rafael Pampillón, profesor del Instituto de Empresa.

El pequeño imperio de Bechualandia
Más ejemplos. Tras lograr la independencia, el pequeño reino de Bechualandia se transformó en Botsuana en 1966. Los jefes políticos, a diferencia de otros nacientes estados africanos, desarrollaron instituciones económicas que respetaban el derecho a la propìedad, garantizaron la estabilidad económica, la participación ciudadana, y el desarrollo de la economía de mercado inclusiva. Hoy es un país próspero.

Hay que tomar nota de la palabra 'inclusiva'. La verdadera idea innovadora de los autores es que para ellos existen dos tipos de instituciones: las extractivas (o exclusivas) y las inclusivas. Las extractivas benefician a las elites, el pueblo está excluido de la toma de decisiones y no hay respeto a la propiedad privada. Corea del Norte, Cuba, Zimbabue y muchos más países son ejemplos de ello.

Las instituciones buenas son las inclusivas pues hay propiedad privada, opinión pública, parlamentos o asambleas, mercado libre, etc. Si uno coge la lista de los países más ricos y prósperos verá que todo encaja.

En resumen, la pobreza de las naciones se origina porque las élites extractivas sacan el jugo al pueblo, pues solo piensan en enriquecerse y perpetuarse. Y, aquí viene el aguijón: Acemoglu y Robinson ponen como ejemplo a las elites extractivas españolas de la América colonial. 

Españoles extractivos contra anglosajones inclusivos
Esas élites se dedicaron según los autores, a montar una “institución extractiva”: extrajeron la riqueza de colonos y esclavos para proveerse de oro, plata y otros bienes. Resultado: desigualdad. Segundo resultado: inestabilidad y rebeliones.

En cambio, según estos profesores del Massachussets Institute of Technology (Acemoglu) y Harvard (Robinson), las élites anglosajonas no pudieron hacer lo mismo en Norteamérica porque no había oro y porque los colonos  (el pueblo) se lo impidieron creando asambleas en las que protegían su propiedad, y la repartían equitativamente. 

Más ejemplos: en la Europa que salió del feudalismo, los británicos supieron respetar las instituciones inclusivas como el Parlamento donde estaba representada la clase media. Gracias a ello, dieron pie a la Revolución Industrial, basada en la iniciativa ciudadana y el enriquecimiento general. En cambio, la corona española estuvo batallando con las Cortes, una vieja institución que representaba a las clases medias, y al final la demolieron.

Esta élite extractiva española, según los economistas, acumuló propiedad y poder, en detrimento del pueblo. Y por eso, España fue perdiendo poder cuando acabó con la última onza de oro y plata de las minas americanas.

El artículo que despertó las conciencias
En España, la influencia del libro ha sobrepasado la intención de sus creadores. En el blog Nada es Gratis (Fedea), el economista Samuel Bentolila lo recomendaba apasionadamente a sus lectores, y animaba a leer los artículos de Acemoglu y Robinson. En América Latina ha tenido un impacto esperanzador, porque permite soñar que su pobreza  y sus desequilibrios no es culpa de la indolencia natural sino de sus élites extrativas. Pero como señalaba un columnista de El Espectador (Colombia), dado que en muchos de esos países no impera el imperio de la ley, cualquier crecimiento nunca será sostenido.

En España, el financiero César Molinas escribió un largo ensayo en el diario El País, donde se apoyaba en el libro para poner en su sitio a nuestras ‘élites extractivas’: los políticos españoles, responsables del 'saqueo y la quiebra de las Cajas de Ahorro". Este artículo impactó en los economistas y hasta en los jóvenes que agitan las redes sociales, pues les vino como anillo al dedo para clamar contra la corrupción y la crisis.

En el libro de Acemoglu y Robinson todo parece encajar como un anillo: aparece el caso de dos hermanos coreanos que se encuentran al cabo de muchos años. El de Corea del Norte es médico pero no tiene teléfono ni coche, le han prestado el abrigo, no puede recibir dinero porque se lo decomisan y está mal alimentado. El del Sur, se queda sobrecogido.

Aparecen agujeros
Pero a veces la lupa mágica también falla: ¿acaso el éxito económico de China se debe a sus 'magníficas instituciones inclusivas'? Los autores admiten que sí, que el crecimiento seguirá por algún tiempo, pero no será sostenido. ¿Hasta cuándo?, se pregunta el lector, pues es patente que los chinos ya llevan 30 años como un cohete y da la impresión de que tienen combustible para rato.

Tampoco funciona bien la tesis si uno la aplica a la pequeña Singapur, pequeña colonia china que no es muy democrática, pero donde los ciudadanos viven felices sin hermosas instituciones. Menos aún en Arabia, donde no hay elecciones, ni libertad, ni instituciones, pero que rebeliones, lo que se dicen rebeliones, no han tenido muchas gracias a que la dinastía de los Saud reparte riqueza porque, aun con corrupción, sobra algo para los demás gracias al petróleo.

Esto no quiere decir que los autores defrauden. La exposición es tan elegante, los datos históricos tan irrefutables, los ejemplos tan bien escogidos, que a uno le dan ganas de salir a la calle y aplicar la tesis de las ‘elites extractivas’ a todo lo que funcione mal, desde el bar de al lado, hasta la empresa de legumbres. Y, sorpresa, funciona.

¿Quién fue primero?
El libro pone en movimiento los engranajes de la mente del lector hasta la última página. En ese momento es cuando se medita quién vino primero: ¿las instituciones o los hombres? ¿No son los hombres los que crean las instituciones inclusivas? ¿Por qué tuvieron esas ideas tan acertadas?

Sin sospecharlo, Acemoglu y Robinson responden a esas preguntas cuando explican el nacimiento de EEUU: En Maryland y Carolina "fue imposible imponer a los colonos una rígida sociedad jerárquica porque sencillamente tenían demasiadas opciones en el nuevo mundo... Y pronto exigieron mayor libertad económica y derechos políticos".

Resumen: fueron los colonos quienes exigieron esas instituciones. No se las impusieron. ¿Por qué unos hombres las crean y otros no?

Quizá sea la tesis de su próximo libro: “La riqueza de los hombres”.

lunes, 3 de diciembre de 2012

La escritora danesa Janne Teller asegura que tenemos "un sistema económico enfermo"

MÉXICO.- La escritora danesa Janne Teller ha afirmado hoy en México que el sistema económico capitalista "está enfermo" y que tiene que ser completamente repensado porque con la crisis global y las dificultades económicas europeas muestra que está agotado.

"Creo que hemos hecho un sistema (económico) enfermo. El mercado es bueno para controlar transacciones económicas básicas pero no para guiar nuestras vidas, como sucede ahora", ha dicho Teller (1964) durante su visita a la XXVI edición de la Feria del Libro de Guadalajara (FIL).
"Mi última novela, 'Ven' (...) se centra un poco en esto. Se interroga sobre cómo podemos tomar decisiones éticas en este mundo moderno dominado por la competencia: qué nos cuesta si lo hacemos y cuánto si no; si podemos escuchar esta voz de la conciencia de alguna manera cuando todo el tiempo somos llevados a correr más deprisa que los demás", explica.
Añade que para ella el colapso de la Unión Soviética y del comunismo a fines del siglo XX "no fue un suceso político sino económico": "El sistema no pudo seguir. Creo que el capitalismo ha llegado ahora a ese punto", sostiene.
Asegura que el modo de organización económica actual "destruye nuestro mundo, nuestro clima, destroza a la gente. Todo es competencia. No importa si uno hace algo bueno para el mundo a menos que uno sea famoso y rico".
Respecto a la crisis en Europa siente que no hay que circunscribirla solo a esa región sino vincularla con "la crisis económica mundial" y de todo el sistema económico capitalista, declara esta escritora europea afincada en Nueva York.
"Si miramos la Primavera Árabe, que toda la gente ha elogiado, sí, ellos tienen Gobiernos autocráticos claros contra los que se levantan. El problema con el sistema de mercado (capitalista) es que es como un torbellino, no tiene un líder, de modo que ¿cómo te rebelas contra eso?", se pregunta.
Abiertamente europeísta y convencida de que la cooperación y el multilateralismo son dos piezas claves para construir un mundo mejor, confiesa que tiene ganas de hablar de todo esto en un ensayo largo que planea escribir.
"Todos los Gobiernos europeos no saben qué hacer porque nadie lidera este sistema o mecanismo. Yo le llamo un 'sistema eyectivo': más rápido, mayor, más grande, más rico, más y más. No existe el valor final", apunta.
En concreto, sobre el divorcio cada vez mayor entre una Europa rica en países del norte y otra empobrecida y con tensiones sociales crecientes en el sur, señala que no se ha sabido dar con una solución adecuada porque la economía real quedó hace años en manos de especuladores.
Considera equivocado ver la crisis como un problema "para los países individuales del sur de Europa" cuando en realidad "es un problema del sistema económico en que vivimos, que cuando desregulamos los mercados financieros en los noventa, los políticos no se dieron cuenta pero le entregaron la economía a gente que apuesta".
"Es tan extraño que regulemos el juego porque es malo para la gente pero ponemos la economía, de la que todos dependemos, en manos de los 'apostadores financieros' más extremos", apunta.
Teller es especialmente crítica con lo que ha estado sucediendo en España: "Los jóvenes españoles están sin empleo por toda la gente que especula. Tenemos que parar eso".

sábado, 1 de diciembre de 2012

Guión para un proceso constituyente / Antonio Romero *

A modo de introducción
España, su régimen autoritario y neoliberal demandan una enmienda a la totalidad, un proceso constituyente que abra el camino a una democracia real.
La juventud está en un nuevo tiempo político, en sus movilizaciones, en sus prácticas organizativas, en su nivel de formación, en sus reivindicaciones….
El divorcio y la desafección de la sociedad con la política y con las instituciones y las reglas del modelo surgido en la transición de 1978 demuestran su agotamiento, no se trata de presentar una enmienda parcial, unas reformas a lo que hoy llaman democracia y no lo es. Hemos de presentar una alternativa global, de eso trata este modesto guión en el que la crisis y la situación actual deben ser palancas para ese gran proyecto esperanzador.
Constitucionalizar, blindar el modelo capitalista neoliberal. El capitalismo salvaje

Asistimos a una ofensiva política, jurídica y mediática para implantar en España un estado monárquico, centralista y autoritario que limite y cercene los derechos de los ciudadanos y recupere competencias hoy en manos de las CC.AA. para la administración central, el objetivo fundamental de esta operación es constitucionalizar, blindar el modelo capitalista neoliberal.

-Privatizar servicios públicos esenciales como educación y sanidad, empresas de carácter estratégico como RENFE, cajas de ahorros, aeropuertos, AENA, etc.…
-Reducción de las indemnizaciones por despido.
-Reducción del tiempo de desempleo.
-Recortes en la ley de dependencia.
-Retirada de subvenciones de sectores económicos periféricos y poco rentables para el capital, minería, pesca, algunos sectores de la agricultura, etc..…
-Aumento de impuestos indirectos como el IVA.
-Bolsas de fraude fiscal de grandes empresas.

Recuperar la tasa de ganancias, reagrupar el capital en pocas manos, depositando miles de millones en paraísos fiscales, la fuga de capitales en España supera los 296.000 millones de euros según el FMI, la caja B del capitalismo, la recuperación de la banca con dinero público ha situado al capital financiero a la vanguardia del modelo capitalista neoliberal, liderando al capital productivo. En EE.UU. la banca representaba antes de la crisis el 46% de la economía americana en relación a las corporaciones industriales y ahora una vez rescatados con dinero público representan el 56% en relación con las corporaciones empresariales industriales.

Luego el liderazgo del capital financiero en el mundo es un hecho. Atrás quedaron las palabras de Sarkozy tras una reunión del G20 en plena crisis financiera de los EE.UU. en las que dijo “a partir de ahora apoyaremos al capital productivo y no apoyaremos al capital financiero y especulativo”.

La política de Rajoy y del PP tiene sus anclajes en lo que los sociólogos norteamericanos y la prensa llaman “la revolución de los ricos”, así como en su profunda ideología neoliberal y su cordón umbilical con el franquismo. Asaltando todos los gastos sociales acopian plusvalías y segmentos de negocio para una elite cada vez mas reducida. En el marco de una crisis mundial por la quiebra del dominio de EE.UU. y del llamado primer mundo, ya no controla los recursos del planeta en la proporción de hace unos años, cuando una cuarta parte de la humanidad gestionaba y administraba el 80% de los recursos del mundo, las tres cuartas partes restantes tenían que conformarse con el 20% restante. La irrupción de China y la India con mas de 2.400 millones de habitantes entre ambas, de Brasil, de Sudáfrica,… de las economías emergentes que han empezado a participar en el reparto y en la gestión de los recursos, se va reduciendo el 80% y aumentando el 20%.

Hace tiempo que el imperialismo y sus países lacayos se estaban preparando para las guerras por el control de los recursos energéticos, naturales, materias primas, que son escasos y visiblemente limitados. La evolución de las inversiones y de los presupuestos militares son una prueba de lo que afirmamos, los EE.UU. en el año 2000 destinaron a gastos militares 280.000 millones de dólares y en los presupuestos de 2011 el pentágono tenia asignados 680.000 millones de dólares, en menos de una década se han mas de duplicado los gastos militares, los países de la OTAN han seguido esa tónica, los gastos militares y de defensa en el mundo ascienden a 1.700.000 millones de euros. El escudo antimisiles instalado en España en la base de Rota es un exponente de la carrera de armamentos.

Fractura social en Europa y en  España. Algunos datos.

• España es de los países analizados de la UE-27 donde ha crecido más la pobreza severa (aquellos que
disponen de menos de 3.700 euros al años).
• Hay 2.4 millones de personas en España que tienen que vivir con menos de 3700 euros al año.
• España es el tercer país con mayor desigualdad de la UE-27, solo superada por Letonia y Lituania. Por
detrás de España, aparecen Portugal (4º) y Rumanía (5º).
• La diferencia de ingresos entre el 10% de la población más rica y el 10% de la población más pobre ha
aumentado un 16% desde 2007.
• Los más perjudicados por el crecimiento de la desigualdad son los jóvenes, los parados, los
inmigrantes, las parejas con hijos y las familias monoparentales.
• Las familias se han comportado como un “amortiguador” en esta crisis, pero ya se encuentran “al
limite de su capacidad”.
• 1 de cada cuatro jóvenes (25%) ni estudia ni trabaja.
• Los jóvenes se sitúan ya fuera del circuito, sin cualificación y sin experiencia profesional. Incluso si
hubiera recuperación económica, un 25% de los jóvenes estaría excluida del sistema.
• Las prestaciones sociales en España no rinden. El informe define al sistema de prestaciones español
como “el menos consistente” de los cuatro analizados (Reino Unido, Francia, Dinamarca y España).
• Las ayudas del sistema pública español sólo reducen en un 51% la pobreza, frente al 70% que se rebaja
en Francia o el 66% que se elimina en Dinamarca.
• España es el país, donde menos personas superan la pobreza al cabo de dos años gracias a las
transferencias sociales.
• Al cabo de dos años de cobrar prestaciones, el 54.6% de los pobres sigue siendo pobre.
• El informe apunta que las prestaciones no permiten salir de la pobreza a la mayoría de los ciudadanos empobrecidos y que operan en su situación otros condicionantes como la falta de vivienda a precio asequible, la inestabilidad y precariedad en el trabajo, la falta de formación, etc.
• De entre aquellos que consiguen abandonar la pobreza, el 30% lo logra por sus propios medios.

Aumenta el paro, la EPA del tercer trimestre nos lleva a un nuevo record 5.778.100 parados, España supera el 25% por primera vez en la historia, el paro supera el 30% en 16 provincias entre ellas todas las andaluzas.

Los datos de la EPA refleja el daño que está produciendo la política de ajustes y recortes del gobierno central, los datos del tercer trimestre en Andalucía son de 61300 parados más, alcanzamos ya 1429200 empleados el 35,42% diez puntos mas sobre la media del estado.

La vivienda y los desahucios
Aumenta el número de desahucios, 600 diarios el 10% de las hipotecas formalizadas.

En España la vivienda de alquiler no llega al 10%, el articulo 47 de la constitución reconoce la vivienda como un derecho y no como una mercancía, en nuestro estatuto de Andalucía  figura a si mismo como un derecho reclamable ante los tribunales de justicia.Alternativa de IU…

La pobreza y el hambre en España y en Andalucía

El número de españoles por debajo del umbral de la pobreza, en España hay más de 11,5 millones de personas en riesgo de pobreza o exclusión social, un 22% de los hogares españoles viven por debajo del umbral de la pobreza y otro 25% está en situación de riesgo. ¿Como sabemos que hay hambre en España?, lo dicen y lo demuestran organizaciones como Caritas, Cruz Roja Española, Unicef  y servicios sociales de numerosos ayuntamientos, el ministerio de agricultura, alimentación y medio ambiente a través de FEGA inició en 2011 el suministro de 40.000 toneladas de alimentos de primera necesidad a la federación de bancos de alimentos y a la Cruz Roja que a su vez lo distribuyeron entre 8.600 entidades benéficas, comedores sociales, ONG, guarderías, asilos, centros de desintoxicación, etc. en total, cerca de 2 millones de personas.
“El hambre es el primero de los conocimientos: tener hambre es lo primero que se aprende”, el gran poeta Miguel Hernández.

Más de 330.000 personas en Andalucía recurren a los bancos de alimentos para comer, la demanda ha aumentado un 30%, Cádiz es la provincia con mas personas atendidas al superar los 65.000, Granada con 42.000 personas, Sevilla 42.200 personas, Málaga 55.000 personas, en Huelva 14.500,  Córdoba 25.300, Almería 45.000.

Otros datos económicos y sociales

Aumenta el número de empresas cerradas, el número de empresas en la UCI, la mayoría de las empresas que quiebran son las de menor dimensión, las que representa el 92,1% del tejido empresarial español, las que resisten están acorraladas por la escasez de la financiación y el hundimiento de la demanda.

España ha caído al puesto 136 de la lista de los países del mundo en los que es más fácil crear una empresa.

El gobierno afirma que la reforma laboral dará sus frutos cuando haya crecimiento, ¿no habíamos quedado que la reforma laboral era fundamental para que hubiese crecimiento?, otra de las mentiras del gobierno del PP.

¿Puede soportar la sociedad que se desahucie y se ponga en la calle a 500 familias diarias para cerrar a continuación dichas viviendas? Este hecho se está convirtiendo en un problema judicial, político y social de enorme alcance. Rozaremos este año el 9% de morosidad, superando los máximos alcanzados hace 16 años. La cartera de impagados en el sector financiero español se acerca a los 170.000 millones de euros.


El recorte de las libertades, el estado autoritario y centralista

El gobierno del PP está tomando medidas claramente de involución política, de autoritarismo y de represión. La expulsión de Baltasar Garzón de la carrera judicial por investigar los crímenes del franquismo y recuperar la memoria histórica. La anulación de la justicia gratuita. La modificación de la ley del aborto que es una regresión de los derechos de la mujer a decidir sobre su propio cuerpo. Las normas y amenazas para intervenir las CC.AA. , la agresión a la cultura y la lengua catalana con las palabras del ministro provocador estrella de españolizar a los niños catalanes, abriendo un debate sobre el fin de las autonomías o la reducción de sus competencias, el PP añora la frase de la época franquista una España grande y libre, ignorando que como decía Blas Infante, la defensa de un estado centralista ha sido la causa del fracaso de la mayoría de los gobiernos que ha tenido España en el siglo XX.

La represión policial, impedir que se graven abusos policiales, represión a las acciones sindicales. Blindaje a la figura del rey, recuperando censura del pasado. Retirada de la cámara por parte de la policía y posterior detención de una periodista de la sexta que cubría un desahucio. La corrupción y las dos varas de medir persecución al SAT y a Gordillo por un carrito de alimentos de primera necesidad valorados en 400€ y puesta en libertad de un capo de la mafia con carritos de cientos de millones de euros para blanquearlos. Una relación de más de 500 españoles con cuentas secretas en Suiza, con la familia Botín y algunos políticos en esta desleal y traidora lista a los intereses fiscales de España.

Cuando la derecha española está aplicando su programa máximo la izquierda coherente no puede estar contando las estrella y en la mera gestión.

La derecha española, el partido popular están aplicando en España su programa máximo que no es reformista, centrista, de derecha moderada, es un programa ultraconservador, ultraneoliberal, franquista; los dirigentes del PP no han roto el cordón umbilical que los mantiene unidos al franquismo, no lo han condenado en ninguna institución democrática. Ante ello podemos preguntarnos:¿ puede la izquierda consecuente como IU permanecer en la mera gestión o contando las estrellas? Esta coyuntura política requiere una respuesta contundente proporcional a las agresiones que reciben los trabajadores , hemos de implantar una gestión presidida por la ideología y los valores, abordar por tanto y se está haciendo en ese campo un esfuerzo, la recuperación de la memoria histórica, la vivienda como un derecho y no como una mercancía frente a los desahucios con una importantísima labor de nuestra consejería en este campo, el banco público de tierras para la reforma agraria y la soberanía alimentaria y la red andaluza de solidaridad alimentaria para luchar contra la exclusión social , la pobreza y el hambre, así mismo debemos sumar fuerzas y alianzas para impulsar un proceso constituyente sobre bases republicanas y federales. El nacionalismo de CiU también esta planteando su programa máximo, la independencia, pongamos por lo tanto sobre la mesa nuestro programa máximo, la republica basada en el interés de lo común, en la defensa de lo público, en la solidaridad, en la igualdad, en una democracia real.

La insumisión hay que organizarla para abrir un proceso constituyente

La desobediencia civil es una herramienta fundamental para ir aumentando el empoderamiento popular, camino del proceso constituyente que legitime lo común y el interés general. Se trata de que nuestra vida cotidiana este dotada de coherencia en la forma de pensar, en la forma de sentir, en la forma de trabajar, en la forma de actuar en la vida pública.

Miles de jóvenes se convirtieron durante más de 25 años en una manifestación de la rebeldía contra el militarismo y en un símbolo de desobediencia civil, quizás el más importante de os aparecidos en Europa en el último medio siglo, esta causa logro que más de 50.000 jóvenes se declararan objetores insumisos al sistemas militar obligatorio y 1.700 pasaran por la cárcel.

La insumisión, impugnar el poder actual, deslegitimar los procesos electorales, la ley electoral, el ventajismo de los medios de comunicación y del poder del dinero, en definitiva, plantear una lucha sostenida, pacifica contra el régimen tendrá éxito después de que la insumisión al servicio militar en España haya sido la última batalla ganada desde la calle.

Ser insumiso al régimen actual, tejer una red de alternativas para que la insumisión viva y resista en las grietas del sistema actual, en los márgenes sistema actual. Esta apuesta haría fracasar el control del estado policial. La iniciativa de rodear el congreso de los diputados para mostrar el aislamiento, el divorcio, entre los representantes y los representados, impugnar las instituciones del sistema, las arcaicas, medievales y corruptas como la monarquía y las demás instituciones emanadas de la transición de 1978, hacer frente con insumisión ciudadana a este régimen es hacer insumisión, no puede haber, por otra parte, proceso constituyente sino se impugna el régimen actual y sobre la caída de éste edificar con un proceso constituyente la arquitectura política, económica y social que alumbre con valores republicanos y con defensa de lo común la nueva etapa.

Manifiesto titular firmado por Alberto Garzón, Antonio Romero y Nicolás Sguiglia.

A pesar del esfuerzo de millones de trabajadores y trabajadoras españoles que lucharon por institucionalizar sus conquistas sociales, a día de hoy nuestra Constitución es papel mojado. El “consenso del 78” ha sido roto al haberse lanzado un contraproceso constituyente, puesto en marcha por el neoliberalismo y las oligarquías financieras, que tiene como objetivo acabar con el Estado del bienestar que se comenzó a construir en Europa tras la II Guerra Mundial.

Las elites capitalistas no pretenden devolver los derechos sociales y económicos que hoy niegan a los trabajadores, sino que por el contrario aprovechan la crisis para arrebatar los recursos económicos y financieros a la gran mayoría mientras los concentran en pocas manos. Sin duda esta crisis está siendo utilizada para vaciar los ordenamientos constitucionales de los países de la Unión Europea así como para cerrar y consolidar un nuevo modelo de sociedad basada en la explotación sin contrapartidas y en la rivalidad entre los pobres, los pueblos y los subalternos. Con ello el capitalismo condena a toda una generación a la constante incertidumbre laboral y vital y abre el campo de juego de las opciones totalitarias.

Las soluciones a esta situación han de ser extraordinarias y ambiciosas, por lo que creemos que es necesario impulsar un Nuevo Proceso Constituyente para un nuevo proyecto de país, que supere este régimen cuya representación es una monarquía heredada del franquismo y opaca en la gestión económica y patrimonial, con casos de corrupción en su seno. Entendemos que el nuevo estado ha de construirse sobre bases federales y solidarias, dotándonos de esta forma de mecanismos para estar en una Europa federal de los pueblos que ponga solución a la creciente incompatibilidad entre democracia y Estados-nación, en un mundo de trabajadores multinacionales, de migrantes y redes de cooperación y comunicación transnacionales. La esfera de los asuntos comunes y sus leyes fundamentales tienen que adaptarse a esa nueva condición, so pena de ceder el protagonismo y la dirección de la “crisis de la UE” a las nuevas formas de la “revolución conservadora”.

Cabe recordar que siete de cada diez personas que hoy tienen derecho a voto en España no pudieron votar la Constitución de 1978 y mucho menos participar en su elaboración. Sin embargo, las demandas sociales exigen una nueva relación entre representantes y representados, con una mayor participación de la ciudadanía en los asuntos públicos. No es una cuestión técnica sino política pues las nuevas tecnologías permiten imaginar mecanismos de participación social y de control ciudadano de la actividad política que signifiquen una profundización democrática.

Los abajo firmantes identificamos algunos elementos fundamentales de lo que debería ser el nuevo orden constitucional.

1. En primer lugar, la preservación, cuidado y promoción de los bienes comunes naturales tiene que tener un papel protagónico en un nuevo marco constitucional.

2. En segundo lugar, el sistema político ha de ser democratizado. Efectivamente, el poder ejecutivo ha sufrido un proceso de cierre autoritario por dentro; el poder legislativo ha sido vaciado de sus funciones democráticas y de representación a través de un bipartidismo marcado por la injusta ley electoral; y el poder judicial se ha mostrado como absolutamente dependiente de los intereses de los dos principales partidos. Del mismo modo resulta indispensable una ampliación y dinamización de los mecanismos de participación ciudadana en los asuntos públicos, introduciendo reformas en el marco de las ILPs, referéndums, consultas populares vinculantes sobre decisiones fundamentales, potenciación de los espacios ciudadanos deliberativos y avanzando hacia sistemas de voto delegado y participación directa siguiendo los modelos de las llamadas democracias en red.

3. En tercer lugar, las relaciones laborales deben ser repensadas de acuerdo con las características del nefasto modelo productivo español. La nueva carta constitucional debe tener presente la necesidad ante todo de proteger y garantizar la reproducción de la vida de nuestras sociedades, garantizando el acceso al trabajo digno, a una renta básica de ciudadanía, a la salud, la alimentación, la educación, la vivienda y a una Internet libre y neutral como derechos fundamentales y absolutamente prioritarios. La puesta en marcha de un nuevo modelo productivo capaz de activar las capacidades productivas de nuestra sociedad y de generar empleo en condiciones de dignidad es absolutamente prioritario. Sin embargo, no puede quedar subordinado el derecho y las garantías de una vida digna a la posesión de una relación laboral formal, cuando las elites financieras y gobiernos afines convierten el paro y las relaciones laborales precarias e informales en una tumba de la dignidad humana.

4. En cuarto lugar, es necesario pensar una reorganización y democratización de las instituciones del Estado y de la Administración. El Estado social se ha legitimado históricamente por su organización de sistemas públicos de bienestar, por su papel económico, financiero, fiscal, territorial y de seguridad. No se trata de acabar con el Estado o de multiplicarlo sin descanso, sino de un Estado adecuado a las capacidades democráticas y de cooperación de los ciudadanos, capaz de autolimitarse y ser lo más poroso posible a las formas de cogestión de sus competencias con instituciones ciudadanas democráticas no estatales, buscando fórmulas que impliquen una mayor eficiencia y el establecimiento de mecanismos que eviten la íntima conexión que existe entre el poder público y el poder económico de las oligarquías españolas y europeas.

5. En quinto lugar, es necesario poner coto al poder no democrático; es decir, ha de lograrse que el poder económico esté subordinado a la democracia y sus leyes. Los recursos de una sociedad han de ser gestionados por ésta, a través de mecanismos democráticos, y no por las oligarquías económicas. Mientras las decisiones que afectan a nuestras vidas las tomen entidades no sujetas a control comunitario, tales como las grandes empresas financieras, no podremos hablar de democracia.

El proceso constituyente del que hablamos, y que deberá proponer a los ciudadanos una nueva constitución, tendrá que ceder el protagonismo a los mismos en la redacción de la carta fundamental, inspirándose en las recientes experiencias latinoamericanas, pero también en la formidable iniciativa de los ciudadanos islandeses.

Consideramos indispensable la creación de instancias de colaboración y cooperación entre aquellos espacios organizativos (políticos, sindicales y sociales) que están señalando de forma clara la necesidad y el deseo de un Nuevo Proceso Constituyente para un nuevo proyecto de país, diseñando juntos una nueva y real democracia. Hacemos un llamamiento a las millones de personas que en nuestro país luchan por una vida digna para todos a que avancemos juntos en la construcción de una constitución de lo común a través de asambleas constituyentes en las que la ciudadanía decida su futuro de forma radicalmente democrática. Tenemos en nuestras manos la posibilidad de superar, con alegría y organización, este régimen corrupto y antidemocrático y abrir un tiempo nuevo de justicia e igualdad. Vamos a ello.

En España contamos con el gobierno más ridículo, más provocador (ministro Wert), y más reaccionario con Isabel la Católica de asesora en Génova, la modernidad ha venido después de varios años a dejarnos en la época de los reyes católicos.

(*) Antonio Romero Ruiz es coordinador de la Red de Municipios por la III República, presidente de honor del P.C.A. y ex parlamentario de I.U.