martes, 27 de marzo de 2012

El abogado español Antonio Garrigues señala la codicia de la banca norteamericana de inversión como detonante de la crisis

MURCIA.- El abogado español Antonio Garrigues Walker señaló directamente a la banca norteamericana de inversión y a su codicia sin límites - 'por una falta de ética absoluta' - como el detonante de la actual crisis desatada en Europa, - 'aunque Estados Unidos siga sin aceptarlo' -, durante una charla pronunciada en el salón de grados de la Facultad de Derecho de la Universidad de Murcia ante unas doscientas personas, la mayoría del ámbito universitario y jurídico.

Garrigues hizo esta afirmación durante una exposición sobre los derechos humanos y la ética invitado por una asociación universitaria que se dedica a promoverlos en su territorio, el de la Región de Murcia, y cuya conclusión más pedagógica fue que 'una persona que hace lo que tiene que hacer genera felicidad. En la educación deberíamos fomentar que ser ético no es que sea bueno, es que siempre es rentable. Sin ética y sin solidaridad mal vamos'.

"No hay nada menos ético que la corrupción. Y, como dice el filósofo español Fernando Savater, la ética tiene que ver con la felicidad. Una persona ética la tiene así ganada en parte. Fuera de la ética, ni hay futuro ni hay sostenibilidad ni hay nada. Es decir, más allá de los valores, hay también una motivación pragmática. No ser ético va contra los propios intereses", señaló el letrado tras revelar que recientemente unos 700 destacados empresarios españoles se han mostrado muy preocupados por la ética en los negocios.

'La ética lo hace todo sostenible si la entendemos como aquello que todos sabemos que hay que hacer', sentenció Garrigues. 

'Todos los estamentos deben hacer un proceso de crítica y autocrítica. El estamento financiero americano a mí me parece uno de los peores del mundo, sobre todo en el terreno de la banca de inversión, donde no conozco ejemplos de gente más avariciosa y codiciosa y con menos sentido de la responsabilidad. Ya lo ha demostrado en el pasado pero lo malo es que lo sigue demostrando ahora exactamente igual. No hay quien le pare en esa especie de obsesión por la riqueza. No exagero. Se está comportando igual y eso requiere nuevas regulaciones,  nuevos planteamientos pero, sobre todo, actitudes morales', afirmó este abogado de 78 años y con una excelente reputación internacional.

A juicio de Garrigues, 'en estos momentos las tres grandes reformas de Obama en Estados Unidos, que eran la reforma financiera, del sistema migratorio y del sistema de seguridad social, están paradas. Eso no es bueno. En Estados Unidos hay un problema de radicalización política. El Tea Party está provocando una situación que preocupa, incluso al Partido Republicano'.

El mundo de hoy debe avanzar hacia las instituciones globales, el derecho global y la ética global en un mundo marcado por la globalización, avanzó el jurista, haciendo una llamada, obligatoria, a la "positividad". 

'En general todos debemos aportar positividad. Sin ella no se va a ningún sitio. Hemos iniciado una cátedra en la Universidad de Navarra y, para ello, hemos traído profesores del derecho islámico, del derecho marxista, del indígena,… Y estamos viendo que todos los derechos se están empezando a unir, comenzando por el anglosajón y el civil europeo”.

De acuerdo a su pensamiento, el mundo jurídico en general tiene que empezar a aceptar su responsabilidad con respecto a la regulación de la convivencia de los ciudadanos con sentido de globalización. “Tenemos que ponernos a pensar en qué salto habría que dar para ofrecer a la Humanidad la seguridad jurídica, principio básico de convivencia porque sin ella no hay relaciones humanas. Y no es utópico”, dijo tras centrarse, una vez más, en una defensa a ultranza de la ética global.

Garrigues insistió en que la crisis financiera tuvo un déficit ético. “De eso no se puede dudar. Y sin ética no hay futuro. No puede haber sostenibilidad ni continuidad sin arraigo ético. La corrupción se corrige aplicando normas de transparencia”, alabando en este punto la nueva legislación 'ad hoc' de que se va a dotar España esta misma semana aunque Garrigues prevé un trámite parlamentario posterior largo y complicado.

Garrigues dijo entender, en ese sentido, que el concepto de la ética es complejo. “Pero todos sabemos más o menos lo que hay que hacer y sabemos más o menos lo que no hay que hacer. Quien no es ético no puede cumplir con sus tareas… El llamamiento a la ética es clave".

Finalmente, concluyó diciendo que, tras la crisis que estamos atravesando “se hace absolutamente necesario que todos aumentemos los niveles de exigencia”. Y desde el concepto de derecho entendido como reparto equitativo, invitó a los jóvenes universitarios murcianos a exigir el avance y cumplimiento de los derechos humanos.

'Los derechos humanos avanzan lentamente y, según el tipo de sociedad y desarrollo económico, pueden ser unos u otros', matizó.