La corrupción ambiental del Estado, también tiene su versión en el seno del PP
ahora que el multimillonario Bárcenas ha puesto el ventilador en Génova
13 y ha dejado caer lo del pago en negro y en sobres a los primeros
dirigentes del PP de su época de gerente, en la compañía del Tesorero
Álvaro Lapuerta (otro que tal baila y que no hace mucho almorzó con
Bárcenas en Madrid), en tiempos de Aznar, Cascos, Arenas, Acebes y
también al inicio del tiempo de Rajoy. ¿Quiénes cobraban en negro y de
donde salía semejante rio de oscuro dinero? Las interrogantes son
enormes por cuanto afectan al primer partido nacional hoy al frente del
Gobierno de la nación.
Y dice Cospedal -que parece estar en el secreto y filtración del pago en sobres a El Mundo-
que en el PP quien la hace la paga y que cada palo aguante su vela. Y
añade que el PP es el partido de la “honradez” (sic) y ¿qué pasa con
Bárcenas, Camps, López Viejo, Matas, etc? Y a la espera estamos de la
posible respuesta de Bárcenas al desafío de Cospedal porque si este L.B.
cuenta el origen de todo ese dinero y la lista de quienes cobraron
desde el tiempo de Aznar hasta el de Rajoy, el escándalo será
monumental.
En todo caso los indicios de gran corrupción del PP son enormes y
abrumadores, y los desmentidos tímidos, como demuestra el hecho de que
Bárcenas tenía despacho y documentos en el PP, al igual que Lapuerta con
quien mantiene relaciones muy estrechas. Aguirre ha pedido una
investigación interna sobre todo ello, el nombre de Aznar baila entre
los rumores -¿quién cobraba 15.000 euros al mes, como dice El Mundo,
periódico afín al PP?-, pero Aguirre no pide lo mismo en relación con
el ático de I. González o con el caso de espionaje con dinero público
cuando ella presidía Madrid y cuyos vicepresidentes, Granados y
González, además del consejero López Viejo (menuda cazatalentos era
Esperanza), están bajo todas sospechas.
La manifestación “espontánea” –que recuerda, aunque en menor cuantía a
aquella otra del 13-M de 2004-, convocada anoche en Madrid a las
puertas de la sede nacional del PP, de Génova 13, denunciando la
corrupción de este partido, es todo un síntoma de la indignación general
por los inagotables casos de corrupción del PP, que se suman a los de
otros partidos e instituciones como la familia real.
Naturalmente, quien debería hablar de todo esto es el presidente del PP, Mariano Rajoy,
y quien debería actuar es el Gobierno con iniciativas legislativas y
políticas para poner coto a la corrupción. Pero sabido es que lo de dar
la cara no es lo habitual en Rajoy con lo que la llama de este incendio
crecerá, porque todo apunta a que todavía existen mas informaciones por
salir y por aflorar, con lo que los pretendidos cortafuegos de
portavoces del PP -Cospedal o Sáenz de Santamaría (Arenas mejor estaría
callado)- corren el riesgo de hundirse en este proceloso mar de
suciedad.