jueves, 23 de enero de 2014

Micro y macro / Juan García Caselles *

Dice Rajoy, convenientemente coreado por los suyos, que la economía va bien, pero dice la gente de a pie que su economía va mal. Y es que cada uno habla de dos cosas distintas. Mientras Rajoy habla de la macroeconomía, los currantes hablan de la microeconomía. Habrá quien diga que esto no hay quien lo entienda, pero no es porque sea difícil, sino porque nunca han querido entenderlo. 

Veamos: la macroeconomía es la economía de las grandes empresas, de los bancos, de las multinacionales, etc., mientras que la microeconomía es la economía del hogar, de los obreros, de las clases medias, de todo aquel que tiene que ganarse el sustento trabajando, tanto si lo hace con el sudor de su frente como si lo hace desgastándose las neuronas, porque la cosa no está en si trabajas con las manos o con el coco, sino en si trabajas para tí o tienes que vender tu trabajo por un precio, tanto si es salario como si no lo es. 

En estas condiciones entra en juego aquello de la lucha de clases, que no consiste en si eres un follonero o tragas sin más, sino de quien es la pela. Si el trabajador se lleva un euro más, el empresario se queda sin él, pero si se lo lleva el empresario, el que se queda sin él es el trabajador, y en esto no hay manera de encontrar una solución definitiva, por mucho que se empeñen los socialdemócratas en lo contrario, que ya visteis lo que le pasó al Zapatero cuando los gallos de la economía europea se le sublevaron. 

O sea, que si la macroeconomía va bien es porque la microeconomía va mal. Y no vale decir que en las épocas ascendentes del ciclo económico, cuando hay un fuerte crecimiento, todos van bien, porque si bien los trabajadores mejoran su nivel de vida, la realidad es que ven disminuir su parte proporcional en el reparto del Producto Interior Bruto, como claramente dicen las estadísticas. De lo que se deduce que cuando le bajas los ingresos a las clases de abajo para añadírselo a las clases de arriba, la macroeconomía se pone boyante mientras los pobretes (los de la microeconomía) las pasan canutas. Que es lo que pasa. 

Pero si seguimos por este camino el paro y el empobrecimiento generalizado de los currantes producen el daño colateral de que los pobres empresarios chinos ya no le pueden vender sus juguetillos electrónicos al rico proletariado europeo, ni los sesudos empresarios alemanes le podrán vender lavadoras u otros utensilios a los depauperados sur-europeos y ni siquiera los de Microsoft podrán seguir renovando el Windows.. Así que parece necesario cambiar la cosa para que el mercado siga funcionando. 

Por eso, le guste a la CEOE o no, como la única manera de atajar el paro consiste en mejorar los ingresos de las clases trabajadoras para que aumente el consumo y mejore la situación de las empresas pequeñas para que empiecen a colocar la gente que ha sido despedida por la jodida política del PP, resulta inevitable acabar con lo de los recortes y suavizar la reforma laboral...

 Así que con un poco de suerte veremos a Rajoy y sus secuaces defender dentro de poco justamente lo contrario de lo que hasta ahora han defendido, porque si siguen recortando y haciendo el bestia nos llevan directamente a la catástrofe. Y de eso se han dado cuenta hasta el FMI y los de Davos. Y a ver qué van a hacer, sino obedecer a los jefes, como siempre.

(*) Notario jubilado

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