Abordamos el tema
con las primeras cuestiones: antecedentes en el dominio del mayor
océano del planeta, y configuración de APEC como núcleo de nuevas
iniciativas para procesos de cooperación e integración económica.
1. EL DOMINIO DEL PACÍFICO
Como el autor de este ensayo ha expuesto más detenidamente en otro lugar1,
a partir de la conquista y colonización de Filipinas por España, se
establecieron las bases de un intenso comercio entre Europa y China, a
través de una auténtica nueva Ruta de la Seda marítima.
Desde los puertos del Celeste Imperio, Japón y el actual Vietnam,
llegaban a Manila toda clase de cargamentos de seda, marfiles,
porcelanas, algunas especies muy selectas, maderas preciosas, etc. Que
en el Galeón de Manila o Nao de la China, y siguiendo la ruta de
Urdaneta del Pacífico Norte, iban desde la capital de las Filipinas
españolas a Acapulco (en la Nueva España, México), para después
atravesar el istmo mesoamericano al puerto atlántico de Veracruz, y
seguir posteriormente los tráficos hacia Sevilla.
Esa fue la ruta comercial más larga de la Historia hasta el siglo
XIX. Con viajes anuales nada menos que durante 254 años, entre 1565 y
1819, cuando se cortó el tráfico por los movimientos independentis-tas
en México. Eran los tiempos en los que el historiador O.H.K. Spate llamó
The Spanish Lake2 al Océano Pacífico.
En cuanto a la apreciación por EE.UU. de la importancia del Pacífico
se debe en buena medida a William Henry Seward, Secretario de Estado de
Abraham Lincoln desde 1861, al ganar el partido republicano las
elecciones presidenciales. Y sería Seward quien tras morir Lincoln en
1867, negoció la compra de Alaska a los rusos, lo que significó un
reforzamiento de la posición de EE.UU. respecto al gran Océano. Como
también procedieron de Seward los impulsos para la apropiación de las
Islas Hawái y de Midway, ocupándose así el centro del escenario de todo
el Pacífico.
Seward incluso llegó a predecir que la cuenca de ese inmenso mar (más
extenso que todas las tierras emergidas por sus 165 millones de km2 de
superficie), llegaría a ser más importante para el tráfico comercial que
acotado por las riberas del Atlántico, entre Europa y las Américas.
Todo ello con una lógica contundente: primero fue el Mediterráneo el
océano de la civilización grecorromana y medieval, luego el Atlántico se
convirtió en el gran escenario de los primeros grandes descubrimientos,
y al final el Pacífico sería el culmen del comercio mundial. En este
último caso, y en la inmediata postguerra de 1945, con una dinámica que
se inició por la bipolaridad Japón/EE.UU., a la que ahora sucede la de
EE.UU./China3.
Más recientemente aún: Lee Kuan Yew, fundador del estado-ciudad de
Singapur a partir del final de la Segunda Guerra Mundial, dijo en cierta
ocasión que, “quien domine el Pacífico, dominará el mundo”.
2. LA APEC Y SUS AVANCES HASTA EL TPP
Tras las referencias hechas hasta aquí sobre la importancia del
Pacífico en la historia económica mundial, hemos de subrayar que desde
los años 80 del siglo pasado, se ha trazado un nuevo mapa de relaciones
económicas internacionales. Por el espectacular crecimiento económico en
la orilla asiática del Pacífico y en la costa de ese mismo océano de
las Américas, de Norte a Sur, de Alaska a Chile.
Ese desarrollo del comercio tuvo su primera gran manifestación entre
EE.UU. y Japón, y con el crecimiento ulterior de China y del Sudeste
Asiático, se recreció hasta superar el comercio transatlántico. Siendo
enteramente lógico que, en esas circunstancias, y en un momento dado, se
alcanzara algún tipo de formación política internacional para la
cooperación económica en el amplio área a que nos referimos. Eso es lo
que sucedió con la APEC (Asia/Pacific Economic Cooperation o Cooperación Económica de Asia y el Pacífico).
El acta fundacional de la APEC data de la reunión celebrada en la
capital federal de Australia, Camberra, en noviembre de 1989. A la cual
asistieron representantes de ambas orillas del Pacífico; alentados en
sus propósitos por el espectacular progreso del comercio recíproco, que
desde una década antes ya había desbordado el intercambio transatlántico
entre América del Norte y Europa4.
Los Estados miembros fundadores de la APEC fueron: Australia,
Bru-nei, Canadá, China, Corea del Sur, EE.UU., Filipinas, Hong Kong
–desde 1997 reincorporada a China—, Indonesia, Japón, Malasia, México,
Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea, Singapur, Tailandia, Vietnam y Taiwán
(que ingresó con el nombre de China Taipei). Esos 18 países disponían,
en 1994, del 37 por 100 de la población mun-dial, practicaban el 40 por
100 del comercio (más que el interregional de la Unión Europea), y
suponían algo más de la mitad del producto interior bruto mundial. Años
después, en 2012, ingresó Rusia, y para 2014, el PIB global de la organización subió hasta el 55 por 100 del mundial.
En la cumbre de Manila de 1996, se firmó un Plan para la Acción
suscrito para la eliminación progresiva de los obstáculos al comercio;
empezando por la rebaja de las tarifas arancelarias, en la idea de
situarlas en un máximo del 15 por 100 ad valorem antes del año
2000, con el objetivo final de eliminarlas por entero antes del 2010
para los socios industrializados del grupo, y no más tarde del 2020 para
las economías en desarrollo de la zona.
El Plan de Manila-96, incluyó otros programas de actuación para
di-versidad de ámbitos de las técnicas comerciales: normalización de
procedimientos de aduanas, especificaciones sobre propiedad intelectual,
mayor competencia en los mercados, etc. Además, en el Plan se previó la
identificación de una «lista de sectores importantes cuya reducción
arancelaria entrañaría un mayor crecimiento económico para el área; y de
otra de sectores básicos en los que la desaparición de barreras no
arancelarias tendrían un impacto favorable para la economía y el
comercio». Asimismo, se acordó toda una serie de medidas para facilitar
las transacciones, conocidas como iniciativas pioneras (endorsed pathfinder iniciatives), al objeto de agilizar los trámites en aduanas, telecertificación, y comercio electrónico.
De cara al horizonte de integración económica, dentro de los Estados
americanos de la APEC, surgió, por el impulso especial de EE.UU., la
idea de ir, según lo previsto en los trabajos de la APEC, a una Trans-Pacific Strategic Economic Partnership,
TPP (Partenariado Económico Estratégico Trans-Pacífico), aunque
inicialmente el proyecto se consideró en numerosas instancias como un
intento de EE.UU. de conseguir un contrapeso comercial al creciente
poderío económico de China.
Ese acuerdo de zona de libre comercio que se firmó en Singapur el 3
de junio de 2005 y entró en vigor el 28.V.200624. Originariamente
formada por Brunei, Chile, Nueva Zelanda y Singapur, después se han
agregado al TPP otros seis países: Australia, Malasia, Perú, Japón,
EE.UU., y Vietnam.
Terminaremos ocupándonos de las nuevas estrategias
de cooperación e integración económica que están surgiendo a partir de
APEC.
1Ramón Tamames, Vasco Núñez de Balboa y el Mar del Sur.
Navegaciones y conquistas en los siglos XVI a XIX, Autoridad del Canal
de Panamá, 2013
2O.H.K. Spate, The Spanish Lake, ANU E Press, 2010
3The Economist, “The Pacific Age”, Special Report. The Pacific, 15.XI.2014
4Ramón Tamames (Coord.), La economía internacional en el siglo XXI, Mediterráneo Económico, noviembre 2012
II
Tras haber examinado previamente la creación de APEC y sus primeros
avances, veremos las tres opciones que se abren para crear la gran zona
de libre comercio del Pacífico, que será la mayor del mundo.
3. LAS OPCIONES PARA EL LIBRE COMERCIO EN EL PACÍFICO
Tras lo ya examinado sobre APEC, y considerado también el trasfondo
global del Pacífico, subrayaremos que en estos momentos hay en liza en
el área que nos ocupa tres proyectos diferentes de zonas de libre
comercio, que se presentan con los siguientes nombres y contenidos1:
*TTP, según lo ya expuesto.
*FTAAP-21 (Free Trade Area Asia-Pacific, esto es, Área de Libre Comercio Asia-Pacífico), que es la iniciativa china planteada en Pekín, con ocasión del encuentro de APEC de noviembre de 2014.
*RCEP (Regional Comprehensive Economic Partnership), proyecto que se relaciona con la ASEAN (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático), en la idea unirse aduaneramente con Corea del Sur, Japón y China: ASEAN+3.
*FTAAP-21 (Free Trade Area Asia-Pacific, esto es, Área de Libre Comercio Asia-Pacífico), que es la iniciativa china planteada en Pekín, con ocasión del encuentro de APEC de noviembre de 2014.
*RCEP (Regional Comprehensive Economic Partnership), proyecto que se relaciona con la ASEAN (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático), en la idea unirse aduaneramente con Corea del Sur, Japón y China: ASEAN+3.
En el gráfico que figura a continuación, se ve como las tres áreas
tienen zonas secantes, figurando en cada una de ellas los socios que ya
son parte de las mismas, o que previsiblemente lo serán en el futuro.
De las tres fórmulas de áreas comerciales especificadas en el
gráfico, la más avanzada es la TTP, a la que ya nos hemos referido; y
que en cierto modo está copromovida por EE.UU. y Japón, y que incluye un
total de doce países, que configuran un conjunto con el equivalente al
40 por 100 del PIB mundial.
Desde el TTP, se quiere atraer a China, en la idea muy ambiciosa de
EE.UU. de que el conglomerado del Pacífico así configurado, se
relacionaría con el esquema TAFTA (Trans Atlantic Free Trade Area, zona de libro comercio transatlántica), incluyendo, pues, todo el Pacífico más la Unión Europea.
En lo concerniente al FTAAP-21 es, con mucho, el más ambicioso
propósito de los que estamos contemplando, pues incluiría a todos los
países ribereños del Pacífico (23). Lo que haría del tratado resultante
un acuerdo de gran envergadura: los doce Estados miembros del TTP, más
cinco del RCEP. El acuerdo FTAAP-21 es por el momento una mera
formulación china, que choca con el TTP de EE.UU./Japón. Siendo posible
que a través de negociaciones, ambas áreas pasaran a ser una sola.
ACUERDOS COMERCIALES EN EL PACÍFICO
(The Economist, “The Pacific Age”. Special Report, 15.XI.2014)
Por último, el RCEP, se corresponde, como ya se ha observado
ante-riormente, con un planteamiento hecho por la ASEAN, abarcando sólo
países asiáticos y del Pacífico Sur, pero no la orilla americana del
gran océano. No obstante, el tratado que daría nacimiento a esta
organización, está todavía por firmarse, tras las negociaciones
iniciales de la ASEAN+3.
En cualquier caso, está claro que los países del Pacífico se
encuentran ya en absoluta disposición para facilitar su intercambio
recíproco, con medidas de supresión de barreras aduaneras, cualquier
clase de impuestos a la exportación, limitaciones cuantitativas, etc. E
incluso, en el caso del TTP, además del comercio de mercancías, se
incluyen todos los demás temas de que se ocupa la Organización Mundial
de Comercio, a través de sus diversas regulaciones vigentes: GATT
(comercio de mercancías), GATS (comercio de servicios), TRIMS
(movimiento de capitales), TRIPS (movimientos de propiedad intelectual),
FS (servicios financieros) y TICs (telecomunicaciones e información).
En esa dirección de fusión TTP/FAAP-21, Obama instó a los líderes de
la cuenca del Pacífico, en la reunión APEC de noviembre de 2014 en
Pekín, a que ayuden a superar los obstáculos que quedan en la ruta que
ha de llegar a un gran bloque comercial regional2.
Habrá, pues, una negociación entre los dos mayores proyectos antes
examinados, incluso incluyendo el tercero. Para, a la postre, llegar a
un acuerdo omnicomprensivo; que Obama ya tiene intención de relacionar
con sus negociaciones por la TAFTA (Trans-Atlantic Free Trade Area), que abrirían una fase de intensificación comercial entre Europa y Norteamérica.
Y así termina el presente artículo, sobre lo que está sucediendo en el gran Océano Pacífico, a través del cual se mueve hoy el mayor tráfico económico de todas clases entre sus países ribereños. En lo que es un movimiento de gran interés, también político, que puede ayudar mucho a mitigar las tensiones manifiestas entre China y otras naciones asiáticas; y sobre todo con EE.UU.
1The Economist, “The Pacific Age”, Special Report. The Pacific, 15.XI.2014
2Shawn Donnan, “Obama urges Pacific Rim trade deal”, Financial Times, 11.XI.2014
(*) Catedrático de Estructura Económica en la Universidad Autónoma de Madrid