jueves, 30 de agosto de 2012

Otra entrevista con Ignacio Ramonet

“Tenemos una crisis y los responsables de esa crisis son aquellos que han aceptado una teoría económica, el neoliberalismo, como si fuese una verdad fundamental. Son los dirigentes políticos del PSOE y del PP, que han gobernado en un largo periodo que comienza en 1982 y que ha naufragado ahora. Y, por otra parte, todo el mundillo financiero: los banqueros, los responsables de las cajas de ahorros, el Banco de España… Todos esos responsables, no están rindiendo cuentas ni pasando por tribunales. Cuando hay un fracaso de la clase política dominante además de una situación catastrófica y se hace pagar a la sociedad de las consecuencias con un castigo inmerecido, creo que hay justificación para que surja un movimiento de desobediencia civil”.


http://youtu.be/xE37e8j39i8

La falta de memoria histórica de los alemanes / Edmundo Fayanas Escuer *

Alemania ha sido, en el último siglo, el país que más se ha negado a pagar sus deudas. Éstas no han sido consecuencia de las finanzas, sino de las dos guerras mundiales ocasionadas por ellos mismo debido a haber invadido, destruido, saqueado y matado. Veamos.

Tras perder la I Guerra Mundial por el Tratado de Versalles de 1919, fue condenada a pagar reparaciones de guerra por la cantidad de 226.000 millones de marcos de oro. Con la finalidad de que no consiguiera una rápida recuperación económica y volviera a ser un peligro para Europa.
Entre 1924-1929, la república alemana de Weimar recibió préstamos de Estados Unidos por valor de más de un billón de dólares, con la finalidad de sostenerlo y para que pudieran pagar las indemnizaciones impuestas en el Tratado de Versalles.
Debido al crack de 1929, y como Alemania no pagaba sus deudas, se aprobó el Plan Young en el año 1930, reduciéndosela a 112.000 millones de marcos de oro. Posteriormente, por medio de la moratoria Hoover y las negociaciones de Lausana, tanto Francia como el Reino Unido renunciaron a las indemnizaciones que Alemania debía pagarles.
Todo esto significó que la deuda alemana fue cancelada en un 98%. Ese 2% de la deuda que quedaba nunca fue pagada por Alemania, porque al llegar al poder Hitler, una de sus primeras medidas fue suspender unilateralmente el pago de dicha deuda.
Como consecuencia de la II Guerra Mundial, nuevamente Alemania es condenada a pagar grandes indemnizaciones económicas por la guerra que ella inicio. Estas deuda nunca han sido pagadas por Alemania y así, mediante el Tratado de Londres de 1953, se congeló dicha deuda a los alemanes.
Es curioso ver el caso de Alemania con Grecia y nos daremos perfectamente cuenta lo que hace Alemania con Grecia actualmente y su escandalosa falta de memoria histórica e incluso de ética.
Grecia fue sancionada a dar compensaciones de guerra a Alemania desde el año 1881 por sus conflictos anteriores. Estas compensaciones nunca han sido perdonadas por los alemanes. En el año 1964, con la presión alemana, consiguió que los partidos mayoritarios Pasok (socialistas) y Nueva Democracia (conservadores),reconocieron estas deudas, que deben ser pagados con altísimos intereses.
Alemania tiene una deuda histórica con Grecia y nunca la ha pagado. Hitler tomó Grecia en el año 1941 y le impone la concesión de un préstamo al país heleno por la cantidad de 3.500 millones de dólares. Como consecuencia de la ocupación militar alemana y la guerra que hay se produjeron grandes destrozos en el país.
Acabada la II Guerra Mundial, Alemania recompensó a Polonia en el año 1956 y a Yugoslavia en 1971 con 20.000 millones de dólares.
Grecia ha pedido nueve veces a Alemania el pago del préstamo impuesto por Hitler al país y las indemnizaciones por la destrucción nazi del país heleno. Alemania nunca ha respondido a tal petición.
Si se actualizara esta deuda desde 1944 a 2010, aplicando el interés  medio de los bonos norteamericanos, se debería pagar a Grecia la cantidad de 163.800 millones de dólares. A ello debería sumar el coste de las reparaciones de guerra que se calculan en 332.000  millones, así que la cantidad estimada que Alemania debería pagar a  Grecia es de 495.800 millones de dólares, cantidad suficiente para que Grecia saldará todas sus deudas actuales y evitara el gran  sufrimiento que le están provocando los alemanes y la Unión Europea.
Jacques Depla, economista francés y asesor del expresidente francés Nicolás Sarkozy, calculó en el año 2011 que la deuda alemana con Grecia ascendería a 575.000 millones de dólares.
Cuando en 1990 se produce la unificación de Alemania, ésta es debida  a la generosidad de toda Europa, incluida Rusia, hacia los alemanes.  A estas alturas, parece claro que los alemanes nunca han valorado la generosidad de los europeos con ellos. La unificación alemana implicaba la obligación de retomar las indemnizaciones que habían sido congeladas. Sin embargo, la Alemania del canciller Kohl se niega a pagar dichas indemnizaciones.
Es importante que todos, incluidos los alemanes, leyeran su historia, y de esta lectura tuvieran conocimiento de esto que cuento y además analizaran otros dos aspectos de ella. Veamos.
El primer aspecto es que Alemania fue el país más favorecido por el plan Marshall en una muestra de gran generosidad y que permitió una rápida recuperación económica del país. Esto nunca debería ser olvidado por los alemanes.
El segundo aspecto a recordar es que muchas de sus multinacionales como Krupp, Thyssen, Volkswagen, Bayer, Afga… se aprovecharon durante los años del nazismo, del trabajo de cientos de miles de prisioneros políticos, judíos, gitanos, que los nazis les proporcionaban gratis en una situación de esclavitud gracias a los trabajos forzados de los más de 78 campos de concentración nazis, que han permitido el gran desarrollo económico y el gran poder actual de dichas multinacionales.
Imagino que a algunas personas que lean este artículo se les removerán las vísceras, pero esto es historia real y Alemania debería aprender de ella y sacar las consecuencias debidas, siendo menos cerrada y doctrinal en estos momentos de mayor esplendor económico. Europa necesita una Alemania donde el demos europea sea el predominante.
Necesitamos la generosidad alemana al igual que los europeos la tuvieron con ellos.
 
(*)  Profesor de Historia y redactor de El Inconformista digital

La desaparición de la Europa democrática y de la Europa social / Vicenç Navarro *

Que las instituciones que gobiernan hoy la Unión Europea tienen un déficit democrático muy marcado es bien conocido. Lo que es menos conocido es que este déficit está incrementándose de una manera muy marcada con la integración de países del Este de Europa que se caracterizan por tener instituciones representativas muy poco democráticas y por estar gobernados por elites, que además de ser poco representativas, tienen sensibilidades escasamente democráticas, la mayoría de ultraderecha, recuperando la memoria de los regímenes de simpatías nazis que habían existido en estos países antes de la II Guerra Mundial. 

En Hungría, por ejemplo, el gobierno ultranacionalista ha recuperado el antisemitismo del régimen fascista de Jozsef Nyiro y Albert Wass, cuyos escritos aparecen ahora en los libros de sus escuelas públicas. Tal gobierno utiliza (como lo hace también el gobierno español) la política de austeridad, instruida por la “troika” (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional), para desmantelar el Estado del Bienestar así como los servicios públicos. Su mezcla de fascismo “light” con neoliberalismo está llevando a cabo un empeoramiento del bienestar de las clases populares, a las cuales intenta captar con un nacionalismo extremo xenófobo, atribuyendo su malestar a los inmigrantes.

Una situación semejante aparece en Eslovenia, existiendo un peligro muy acentuado que se presenta también en Bulgaria y en Rumanía, con un gran renacimiento del fascismo y nazismo en el Este de Europa. En estos países tales movimientos de ultraderecha están adquiriendo gran poder, sin que ello haya causado una alarma en el resto de Europa, en parte, porque las propuestas económicas que tales grupos están impulsando –el neoliberalismo- coinciden con las que está proponiendo la Troika, políticas, por cierto, que en ningún país donde tales políticas se están llevando a cabo responden a un mandato popular pues no estaban en los programas políticos de los partidos gobernantes (situación que se refleja claramente en España también).

La dilución de la Europa Democrática
Nos encontramos pues en una situación en la que gran parte de las políticas que se están hoy llevando a cabo en la mayoría de países de la Unión Europea (políticas que están debilitando enormemente los Estados del Bienestar en cada uno de estos países) se están haciendo, repito, sin que ninguna de tales políticas apareciera en los programas electorales de los partidos gobernantes. España es uno de los casos más acentuados de esta situación antidemócratica en la UE, en la que se están llevando a cabo políticas públicas contrarias y claramente opuestas a las prometidas durante la campaña electoral. Y por si ello no fuera poco, la incorporación a la UE de países del Este de Europa, con gran número de ellos dotados de instituciones muy poco representativas, dominadas muchas de ellas, por las ultraderechas, han acentuado todavía más la dilución de la Europa Democrática.

Estos datos, que extraigo del excelente artículo de John Weeks “Ode on a European Urn” (Social Europe Journal, 09.08.2012), señalan que hoy estamos viendo en Europa, dos hechos relacionados entre sí. Uno es el desmantelamiento de la Europa Social y el otro, que ha sido más silenciado en los medios, la destrucción de la Europa Democrática. La Europa democrática y social, que se había convertido en un punto de atracción y referencia a todas las fuerzas progresistas en el mundo está desapareciendo.

Como bien señala Weeks, como consecuencia de lo que está ocurriendo en la UE se tendría que cambiar el himno de la UE (la excelente 9ª Sinfonía de Beethoven) con su canto a la libertad pues no corresponde a la Europa presente. Para los movimientos democráticos que luchamos contra el fascismo en España, Europa significaba democracia, libertad y justicia social. Hoy, las elites gobernantes de Europa están imponiendo políticas (que el gobierno español dócilmente acepta) que están desmantelando el escasamente desarrollado Estado del Bienestar español, sin que la población de los distintos pueblos y naciones que constituyen España haya sido consultada. Las fuerzas democráticas, continuadoras de las generaciones que lucharon para conseguir la democracia en España, deberían replantearse su visión de Europa y su integración en ella. Nuestra pertenencia en ella está seriamente afectando el bienestar de nuestra ciudadanía.

(*) Vicenç Navarro ha sido Catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Barcelona. Actualmente es Catedrático de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Pompeu Fabra (Barcelona, España). Es también profesor de Políticas Públicas en The Johns Hopkins University (Baltimore, EEUU) donde ha impartido docencia durante 35 años. Dirige el Programa en Políticas Públicas y Sociales patrocinado conjuntamente por la Universidad Pompeu Fabra y The Johns Hopkins University. Dirige también el Observatorio Social de España.